Desalación frente a trasvase

Desalación frente a trasvase. Ese fue el punto de discusión más importante que se dio entre los expertos en la jornada sobre la problemática hídrica en la Comunidad Valenciana organizada por el Institut Valencià d'Investigació i Formació Agroambiental (IVIFA) en colaboración con la Unió de Llauradors i Ramaders-COAG, celebrada el miércoles en Valencia.

El debate más intenso se planteó entre Juan Manuel Aragonés, director general de Obras Hidráulicas y Calidad de las Aguas del Ministerio de Medio Ambiente y ex presidente de la Confederación Hidrográfica del Júcar, y Antonio Estevan, miembro de la Fundación Nueva Cultura del Agua (FNCA). Aragonés aseguró que no existe ninguna alternativa viable al trasvase del Ebro para solucionar los problemas de escasez de agua en la Comunidad Valenciana y que sólo el Plan Hidrológico Nacional (PHN) garantiza el abastecimiento urbano-industrial y el mantenimiento de los regadíos. Respecto a las fechas del trasvase, el director general dio unos plazos optimistas según los cuales este otoño, tras la finalización de los estudios ambientales, se pedirán los fondos a Bruselas y comenzarán las licitaciones. Entre 2004 y 2005 las obras estarían en marcha y en 2007 o 2008 "el agua estaría corriendo" hasta la Comunidad Valenciana.

Antonio Estevan, sin embargó, propuso como alternativa la desalación de agua marina, y criticó duramente el PHN puesto que en su opinión el proyecto adolece de problemas de garantía, calidad y coste. Los problemas de garantía se refieren a los periodos de sequía que afectan cíclicamente al Ebro, que, según sus datos, en los tres últimos años sólo habría podido satisfacer un 12% del agua prevista en el plan. Estevan afirmó también que, en los últimos tramos, la calidad del agua del Ebro es deficiente debido a su alto nivel de conductividad y de sulfatos.

Estevan cuestionó también el coste final del agua proveniente del Ebro, que se ha tasado en 0,31 euros por metro cúbico. Esta hipótesis se basa "en un rendimiento del 100% y unas pérdidas del 0%" del agua trasvasada, lo que en su opinión es imposible. Estevan calculó que el coste real del agua podría llegar a ser de 0,65 euros por metro cúbico, más del doble de la cifra oficial. Como alternativa, el consultor de la FNCA propuso la construcción de plantas desalinizadoras, cuyos costes "bajan rápidamente" debido al desarrollo tecnológico.

Esta posibilidad fue tachada de irreal por el director general de Obras Hidráulicas, debido al "exagerado gasto energético que supondría", y que España, "con su déficit de energía, no podría asumir". Advirtió también de que este proceso sería antiecológico, al "emitir muchísimo CO2 a la atmósfera". Por ello defendió la utilización de las plantas como complemento pero no como sustituto del trasvase.

Estevan negó que el coste energético de la desalación sea mayor que el del trasvase. "Al Gobierno le ha pillado el cambio tecnológico y no reacciona", señaló. Estevan fue más lejos al asegurar que la defensa del PHN tiene un origen político: "Le conviene agitar el fantasma del agua por una cuestión de votos. Pierde un millón de votantes en Aragón pero gana seis entre la Comunidad Valenciana y Murcia".