Rigol arremete contra la política del corto plazo y propone recuperar el compromiso

"El interés electoral es un reduccionismo de la democracia; ya no se confía en que el político haga propuestas de transformación de nuestra sociedad", aseguró ayer un crítico Joan Rigol en una conferencia en el Colegio de Periodistas con la que hizo su balance de la legislatura del Parlament que ahora termina. Con citas de Vaclav Havel y Hannah Arendt, el actual presidente de la Cámara catalana fue severo con esa clase de políticos que se guían "sólo por las encuestas". Rigol dijo que el corporativismo de los partidos "dificulta el encaje entre la política y la sociedad". En su intervención, escuchada por miembros de todas las formaciones políticas catalanas, varios consejeros y algunos ex presidentes de la Cámara catalana, Rigol, crítico con la práctica de determinados partidos, reivindicó "la dignificación de la política como una necesidad básica para la catalanidad".

Las instituciones, a juicio del presidente del Parlament, "no son un reducto donde se enclaustra el que gana"; con ello se corre el "riesgo de que los políticos perdamos de vista nuestra conexión, nuestro feeling directo con el pueblo, y todo se reduzca a dialogar entre nosotros, con el riesgo de un cierto autismo político".

"Cuando los grupos políticos ponen como meta básica y prácticamente exclusiva ganar a otro grupo político, se crea un corporativismo de partido que lleva al cierre en él mismo", agregó Rigol. "Si el otro responde en los mismos términos, este corporativismo deviene de alcance general de toda la política en la percepción de los ciudadanos", dijo, y añadió: "No podemos reducir la política a la lucha por conseguir los gobiernos de las diversas administraciones".