"La unilateralidad de EE UU es una amenaza"

El profesor de la Universidad Católica de Lovaina Stephan Parmentier (Gante, Bélgica, 1960), quien imparte clases de Sociología del Derecho, Criminología y Derechos Humanos, participó hace unos días en San Sebastián en el curso de verano de la UPV Justicia social y derechos humanos en la era de la globalización y de la multiculturalidad. Allí expresó su preocupación por la unilateralidad con la que actúa Estados Unidos y reivindicó una Unión Europea que no se deje imponer lo que tiene que hacer.

Pregunta. ¿Cómo lograr una cultura de los derechos humanos en la era de la globalización?

Respuesta. La cultura de los derechos humanos es más que una cultura de normas ya existentes. Nuestra sociedad tiene nuevos desafíos en el ámbito de graves violaciones de los derechos humanos y debe dar respuestas innovadoras. Por ejemplo, reconocer en el Derecho Penal Internacional el crimen de genocidio es un aspecto innovador. Es preciso vincular las expresiones legales con los valores fundamentales como la tolerancia, el respeto por otras culturas, el diálogo entre ellas.

P. Diálogo y no imposición.

R. Sí, porque mucha gente piensa que hay que imponer una concepción de derechos humanos a otras culturas. Se trata de ser abierto, de establecer un procedimiento de diálogo entre culturas, lo que no quiere decir tolerancia absoluta ni que todo es aceptable.

P. Tal y como está la relación de fuerzas en el mundo, ¿ese escenario no es algo idealista?

R. Es cierto que fuerzas de tipo económico y político hacen que la realidad que se impone sea otra. Me preocupa mucho la actitud de unilateralidad e imposición de EE UU, es una amenaza. La única manera de ir en contra de esa actitud es insistir en la multilateralidad.

P. ¿La Unión Europea es débil frente a EE UU?

R. Sí. Como europeos, es importante no aceptar la estrategia de EE UU de intentar dividirnos. La Unión Europea está unida cuando se trata de aspectos económicos, pero cuando son políticos... Es un desafío para ella hablar con una voz y no dejar que otros le digan lo que tiene que hacer.

P. ¿Qué opina de la forma en que aborda la Unión Europea el fenómeno migratorio?

R. No soy experto, pero, desde la perspectiva de los derechos humanos, es esencial establecer un diálogo con las comunidades de inmigrantes. Es importante darles los mismos derechos que tenemos nosotros, incluido el derecho al voto, aunque con condiciones.

P. ¿Por qué tanto miedo a la mezcla de culturas?

R. Por el miedo infundado a perder, por un lado, el trabajo, y, por otro, la identidad cultural. La clase política tiene que explicar a la gente que no se trata de perder la identidad, sino de crear una nueva.