Preguntas

Una agradable voz femenina, escondida en alguna parte del éter, aprovecha mis conversaciones telefónicas para proporcionarme información no requerida. Por ejemplo, cuando hablo con una amiga: se corta la comunicación, irrumpe la Voz y me aclara que el abonado al que he llamado no existe, o que el número que he marcado se encuentra fuera de registro. De momento, sólo me confía estos pequeños secretillos sobre ubicación auditiva. Pero quién sabe si se trata de una aprendiza del Oráculo de Delfos. ¡Ha conseguido que Telefónica no la despida, luego la Voz es Mágica!

Mientras decenas de amigos y conocidos van desapareciendo de mi audiopaisaje (por fortuna, todavía puedo verles), trato de contribuir al entrenamiento de la Voz Profética proponiéndole cuestiones a las que nadie más me responde.

¿Cómo va a terminar este lío bochornoso de la Comunidad central? ¿Por qué cada vez que yo iba a Madrid en tren (antes de averiguar que Álvarez Cascos tiene poderes como la adolescente de Carrie y se le precipitan los vagones) me encontraba con que entre las afueras de Guadalajara y la capital había cada vez menos campo libre y más grúa suelta? ¿Por qué a todos los estafadores les da por comprarse aterradoras gafas modernas? ¿Por qué han tenido que ponerle a la Cibeles ese cinturón de metacrilato que parece una consecuencia colateral del 11-S en versión sauna de ambiente?

En el terreno internacional, ¿es posible que la dinastía hachemí vuelva a reinar en Irak? ¿Reinarán Farah Diba y su hijo en un Irán previamente machacado cual Irak mismo? ¿Retornará a China el último emperador para impedir que sus súbditos pillen otra vez la gripe? ¿Hay alguna posibilidad de que a Israel regrese el rey Salomón, que dicen que era el más listo y se llevaba muy bien con la reina del actual Yemen?

¿Obedece todo lo que ocurre a un plan secreto elaborado por la revista ¡Hola! para volver a extender las monarquías de reproducción masiva y, de este modo, prescindir de esos reportajes sobre el alcalde de Marbella, su señora y la otra, o de la madre de Jesulín, que huelen a eructo de riñones al ajillo?

"El abonado con quien quiere hablar no está disponible", responde la Esfinge. Pues anda y que te zurzan.