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Subidas en Francia y depresión en Berlín

Sólo al antigua RDA ' pincha' y los precios inmobiliarios bajan desde hace siete años

Buscar piso arrendado o propio es casi un placer en Berlín, donde en los barrios acomodados, por una buena vivienda con más de 100 metros cuadrados, desde hace años se paga en torno a los 250.000 euros. En otras grandes ciudades alemanas, como Francfort, Múnich o Hamburgo, los precios son algo superiores, pero tampoco allí, con incrementos anuales entre el 2% y el 3%, suben de manera descomedida. Ninguna burbuja inmobiliaria a la vista, por tanto, según asegura Tobias Just, experto inmobiliario del Deutsche Bank Research en Francfort.

Si acaso, es el Este de Alemania el que está de regreso del fenómeno especulativo. En los años inmediatamente posteriores a la reunificación de 1990, hubo un fuerte auge constructor posibilitado por generosos subsidios públicos. Las ilusiones comenzaron a desvanecerse a partir de mediados de los noventa y pronto quedó claro que se habían construido y reformado demasiadas casas y edificios para una población que se está desangrando debido a la falta de oportunidades laborales. En la antigua República Democrática Alemana hoy día están desocupadas 1,3 millones de viviendas, y los precios caen desde hace siete años.

En Francia la demanda sigue siendo fuerte aunque los precios tienden a estabilizarse después de tres años de aumentos consecutivos

En Francia, la demanda inmobiliaria continúa siendo muy elevada, pero los precios tienden a estabilizarse después de tres años de subidas continuas (14% en 2000, 9% en 2001, 10% en 2002). Basta con poseer una buena residencia principal y otra secundaria, y algunos ahorros en efectivo, para superar el umbral de los 720.000 euros de patrimonio que obligan a pagar el impuesto de solidaridad sobre la fortuna, que afecta a unos 270.000 contribuyentes.

París, en especial, muestra una salud insolente. Hasta los barrios populares del este de la capital han sido asaltados por los bo-bo (burgués-bohemio), produciendo alzas enloquecidas del 40% o del 50% en esas zonas. El precio medio del metro cuadrado en la capital se sitúa en 3.500 euros y el actual ayuntamiento de izquierdas está tentado de autorizar la construcción de torres, con la impopularidad que ello conlleva en la ciudad-museo parisiense. Marsella y Burdeos han vivido alzas de precios de entre el 12% y el 15%.

Los expertos no creen en la caída del mercado, pero tampoco esperan más subidas. Nadie parece creer en una burbuja inmobiliaria a punto de pincharse.

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