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Entrevista:PASQUAL MARAGALL | Presidente del PSC

"CiU quiere ordeñar la vaca hasta el último día"

Pasqual Maragall asegura que está en mejor forma, más ilusionado y es políticamente más sabio que en 1999. El presidente del PSC, que será proclamado candidato a la presidencia de la Generalitat el próximo 29 de junio, analiza en esta entrevista el panorama político que se abre tras las municipales, camino de las autonómicas de otoño.

Pregunta. ¿Cómo van a influir las elecciones municipales en las autonómicas?

Respuesta. Ya han pasado. El 71% de la población tiene alcalde socialista, el 17%, alcalde convergente, y el 5%, alcalde republicano. Eso es lo que hay.

P. ¿Han dejado al PSC mejor o peor que antes de las elecciones?

R. Ellos [CiU] están peor.

P. Pues ellos dicen lo contrario: que el PSC ha bajado cuatro puntos y ellos sólo dos.

"A la derecha le va bien la inmigración: le baja los sueldos y le sube los votos"
"La única posibilidad de que CiU continúe en el Gobierno sería gracias a ERC"

R. Nada, 71% a 17%.

P. ¿Qué le parece el boom de Esquerra Republicana?

R. Hay pocas elecciones en las que se hable más del tercer partido que del primero y del segundo. En este sentido, es cierto que hay un boom, pero es el 5% de la población de Cataluña.

P. ¿Cómo le va eso para las elecciones autonómicas?

R. Nos han confirmado como primera fuerza municipal y ahora viene la gran cuestión: la de saber si el pueblo de Cataluña votará un cambio importante en el Gobierno de la Generalitat. Yo confío en que sí. Por tanto, voy a dedicar estos meses a explicar al pueblo de Cataluña el porqué y el cómo de este cambio. Para obtener un resultado que no sea susceptible de varias interpretaciones, sino de una sola: ha ganado el cambio.

P. ¿Qué le parece un Gobierno PSC-CiU?

R. No lo veo. Si tiene que haber cambio, eso implica que no haya continuidad. La única posibilidad de que Convergència gobierne es Esquerra; es decir, que haya una transición interna dentro del nacionalismo. Aquí se trata de otra cosa, de un cambio que varíe los acentos; con toda la racionalidad y todo el seny, pero un cambio. Un cambio significa pasar del nacionalismo a otra cosa, y esa otra cosa es federalismo o como quiera llamársele. Es la afirmación de Cataluña como pueblo en sí mismo, que tiene un proyecto y que en vez de reclamar, llorar, gemir, pasa a otra cosa. Pasa de la protesta a la propuesta.

P. ¿Un Gobierno PSC-ERC sería un lastre para Rodríguez Zapatero?

R. Nosotros queremos gobernar con nuestra filosofía, que es de cambio, sensata, propositiva, europea, limpia, y lo que queremos es convencer de esto al pueblo catalán. Si para hacer esto tenemos que hacerlo con otros, lo haremos con otros, pero no es lo que nos obsesiona, ni creo que sea lo que le interesa al pueblo de Cataluña.

P. ¿Qué ha aprendido en estos cuatro años de oposición?

R. A pregobernar. Hace cuatro años teníamos las intuiciones, ahora tenemos las políticas. Hemos tenido un gobierno en la sombra que se ha ido reuniendo, ha preparado medidas de gobierno, y las tenemos aquilatadas, medidas. Teníamos las intuiciones, pero no teníamos las políticas.

P.¿Quién le acompañará en la lista?

R.No lo tengo decidido.

P.¿Espera que lo decida José Montilla?

R. No, ya lo decidiremos. Fíjese si hay tiempo hasta el 16 de noviembre.

P. ¿Se considera mejor preparado que en 1999?

R. Infinitamente, mucho más.

P. Entonces quizá tenían razón los que en 1999 decían que no había llegado su hora.

R. [Ríe] Es posible. Antes teníamos la ilusión y ahora tenemos la ilusión y el conocimiento. En los últimos meses hemos evaluado la actuación de los departamentos. Les hemos puesto notas, de cero a tres. Y nos han venido a ver. Muchos. Tenemos información interior. Ahora ya sabemos cómo se pagan las inversiones que no se pagan, qué servicios van bien y qué servicios no. Dónde hay más concentración de poder político en el mal sentido de la palabra, de exceso de partidismo, en la Administración. ¿Que para eso no eran necesarios cuatro años? Seguramente no, pero hemos hecho lo que hemos podido para evitarlo, incluso una moción de censura.

P. Pues los convergentes tampoco están nerviosos. Dicen que cuanto más tarden en convocar las elecciones más tiempo tiene usted de dar un patinazo...

R.Es una manera elegante de decir que ordeñarán la vaca hasta el último día. Que se agarrarán a la teta hasta el último día. Si ellos hubiesen visto una brizna de esperanza de ganar las elecciones, de sensación de mejora, ya las habrían convocado. Además, están tratando de condicionar el futuro, asegurar posiciones, ganar terreno en la sociedad civil. Pero ya no es el momento.

P. ¿Serán éstas unas elecciones muy distintas a las de 1999?

R. Creo que es la primera vez que podemos ir a unas elecciones a la británica, en las que se discuten políticas, no sólo valores. Nosotros, los de la izquierda, que somos los de los valores, por vez primera vamos a unas elecciones explicándolos en términos de políticas.

P. Los socialistas acaban de recibir un golpe muy duro, en el ámbito de los valores. En Madrid, han hecho un discurso contra la especulación llevando como quien dice a los especuladores en la lista...

R. Una cosa es ser el partido de los valores y otra pensar que se vive en el vacío, y no se vive en el vacío. Se vive en el mundo de las realidades, en el que a veces las realidades compran los valores, cosa que puede haber pasado.

P. ¿Quién es el responsable?

R. Rafael Simancas es culpable de haber dicho que haría vivienda pública. ¿Que fue ingenuo por no blindarse ante esta situación? Es posible. ¿Que no fue bastante previsor? No lo sé. Es culpable de haber puesto un programa de vivienda que ha generado un movimiento defensivo, corruptor y corrupto que probablemente ha tenido éxito. Eso lo sabremos en el futuro.

P. Con todo, La Moncloa se ve lejos para el PSOE. El PP parece imbatible. Las elecciones no le han ido mal...

R. ¡El PP ha perdido! ¿Dulce derrota? Bueno, pero por vez primera en 10 años, el PP ha perdido. Si alguna victoria ha tenido, ha sido la de Baleares.

P. Bueno, ¿por qué cree que el PP ha perdido por tan poco?

R. Han hecho una buena campaña. Han polarizado el voto, lo han distribuido hacia la extrema izquierda y la extrema derecha, que son ellos. Lo han sabido hacer, y eso tiene un mérito técnico. Ahora bien, mérito político a la larga, ninguno, porque eso nos aboca a una España polarizada e inviable.

P. ¿Tiene a punto las ideas fuerza de su programa?

R. Hemos perfeccionado nuestro programa sobre dos ejes importantes: educación y salud, educación y trabajo. En lo referente a la estrategia, apostamos por una Cataluña de aquí a 25 años en la que la congestión que ahora tenemos en la costa se solucione gracias a los llanos del interior, y eso es una decisión histórica de una gran trascendencia. Hemos evaluado los costes. Se puede conseguir. Pensamos en unas inversiones de unos 3.000 millones de euros. En la costa ya no cabe nada más. Las tres líneas ferroviarias, la de mercancías, la de cercanías y la de alta velocidad ya no caben en el corredor costero. Hay que cambiar el dibujo de Cataluña. Todo ello permite una activación de riquezas latentes, de potencialidades de la gente y de los territorios enormemente importante.

P. ¿Cree que la inmigración será argumento electoral?

R. Seguro. En otoño de 2000 propusimos un pacto para evitarlo. No nos hicieron caso, porque hay partidos, que son los de la derecha, que se aprovechan de la inmigración, y otros que desde la izquierda lo formulan en términos de agravio moral y no de solución. Hemos llegado a la conclusión de que hay dos cosas que se debe arreglar, más allá de la política de fronteras y del control necesario, para vacunarnos ante este virus. Esto tiene dos nombres: buenas escuelas y barrios dignos. A la derecha le va bien la inmigración porque le baja los sueldos y le sube los votos.

P. ¿La Generalitat ha de tener competencias en la fijación del cupo de inmigrantes?

R. Sí, si se puede es fantástico. Pero seguimos hablando de teorías. ¿Se cumplirá el cupo?

P. Parece que costará.

R. ¡Ah! ¿La Generalitat tiene derecho a que se incumpla lo que determine? Porque en esta materia hay mucha ineficacia. Yo estoy a favor de que el incumplimiento baje. Lo que ahora se discute en la Unión Europea -la creación de un secretario de Inmigración del tipo de Estados Unidos- seguramente es mejor. Pero es igual, el problema se tendrá igual. ¿Soluciones? Que los barrios sean seguros, que no haya un exceso de concentración, y que las escuelas sean dignas.

P. ¿Hay conflicto?

R. No. Pero hay malestar, hay incidentes, hay barrios donde se sufre. En los barrios de clase media no. Hay gente que dice: es que el pueblo bajo es más intransigente que la clase media. No, no, lo que ocurre es que ellos tienen el problema, pero la clase media no lo tiene.

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