El Atlético se quedará sin ampliación si Gil no paga 11,6 millones
La Audiencia recuerda que el ex presidente y Cerezo deben el 95% de las acciones del 92
La Sala Primera de la Audiencia Nacional aprobó ayer la ampliación de capital de 36,2 millones de euros propuesta por el consejo de administración del Atlético, pero imponiendo unas condiciones previas: Jesús Gil y Enrique Cerezo, el actual presidente, deberán abonar antes de que se produzca la operación, y en efectivo, los 11,62 millones que nunca desembolsaron en 1992, según la sentencia del pasado febrero de ese mismo tribunal, por el 95% de las acciones del club, ahora embargadas.
La Audiencia Nacional hace caso así, aunque de forma parcial, a las observaciones del fiscal anticorrupción, Carlos Castresana, que recordaba en un escrito que la remitió el pasado miércoles que "la Ley de Sociedades Anónimas obliga a que antes de llevarse a cabo una ampliación de capital se hayan suscrito todas las acciones de las anteriores".
Miguel Ángel Gil, director general del club del Manzanares, ha advertido de que la ampliación es necesaria para su "supervivencia" y que la "venta de jugadores" , en referencia a Fernando Torres, es la única posibilidad marginal que le queda a la entidad para poder financiarse.
La operación, que debería ser aprobada el 27 de junio por la junta de accionistas del Atlético, está diseñada en dos tramos. Uno, por 22 millones de euros, como compensación a los acreedores del club que acumulen una deuda superior a los 200.000 euros. Otro, para los 2.072 accionistas, por valor de 14 millones.
Jesús Gil y Enrique Cerezo son los mayores acreedores del Atlético, con una deuda del club hacia ellos reconocida por el interventor judicial cercana a los 18 millones de euros. Gil, a través de dos sociedades, Promociones Guadalquivir y Promociones Futbolísticas, y Cerezo por otra compañía, Vídeo Mercury.
Entre los acreedores que recibirían títulos también se encuentran los jugadores Santi y Aguilera, así como al ex rojiblanco Esnáider.
La mayoría de las acciones quedaría así de nuevo en poder de la familia Gil, aunque Gil Marín asegura que "nadie quiere perpetuarse en el club" y que en septiembre se llevaría a cabo otra ampliación de 12 millones de euros, con lo que el capital total sería de 48 millones, de los que la familia Gil controlaría 17. "No hay más que saber sumar y restar para ver que el que quiera comprar acciones se puede hacer con la mayoría del club"
Cerezo, no cogió el teléfono durante toda la tarde de ayer, mientras que Jesús Gil, ahora consejero de la entidad y durante 17 años su máximo dirigente, se remitió al texto de la sentencia, "ahí está", y aseguró no querer "hacer ningún tipo de valoraciones" sobre lo acordado ayer por la Audiencia respecto a la ampliación de capital por 36,2 millones de euros.
Cerezo y Gil fueron condenados el pasado febrero a tres años y seis meses de prisión por los delitos de propiedad indebida y estafa. Así tuvieron que devolver al Atlético el 95 % de las acciones.
La Audiencia encontró entonces probado que ninguno de los dos había puesto el dinero para adquirirlas en 1992, cuando la entidad se convirtió en sociedad anónima. La familia Gil interpuso un recurso de casación ante el Tribunal Supremo que se espera que falle en un año.
Gil y Cerezo aún tienen un juicio pendiente por el supuesto desvío de 53 millones de euros a paraísos fiscales.
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