Vicenç Pagès gana el Sant Joan con un retrato generacional

Àngel Mauri, el personaje de La felicitat no és completa, podría ser cualquiera hombre nacido en la década de 1960. Vicenç Pagès (Figueres, 1964), el ganador del 23º Premio Sant Joan Caixa Sabadell, que se falló ayer, conoce bien los escenarios por los que deambula Mauri. "No he tenido que consultar ni enciclopedias ni navegar por Internet porque estuve en el castillo de Figueres en 1987 o en la Universidad Autónoma de Barcelona en 1983". No sólo eso, Pagès también ha pasado tardes de domingo jugando al billar o al futbolín como hace su personaje. Eso sí, puntualiza que la novela no es "autobiográfica".

La felicitat no és completa está dividida en siete capítulos y cada uno tiene su propio narrador. No hay continuidad estilística ni cronológica. Àngel Mauri no evoluciona ni madura y el lector nunca acaba de conocerlo, sólo lo ve en distintos momentos de su trayectoria. "Me he divertido, porque cada momento de su vida está narrado de forma distinta", dice Pagès. Las vicisitudes de Mauri empiezan en 1963, con la muerte de John F. Kennedy; después, la adolescencia y los amigos, la Universidad, la primera novia, el primer trabajo. Con esta novela, el escritor gerundense quiere recuperar "vocabulario e inquietudes que se han ido extinguiendo".

Pagès publicó su primer libro de cuentos, Cercles d'infinites combinacions en 1990. Cinco años después, la novela El món d'Horaci y en 1997, Carta a la reina d'Anglaterra. Posteriormente, Un tramvia anomenat text y En companyia de l'altre. El premio está dotado con 25.000 euros, que le servirán para dedicarse " un año a escribir" sin preocuparse "de tener rendimientos económicos inmediatos". El jurado estuvo integrado por Joan Perucho, Pere Gimferrer, Dolors Oller, Arthur Terry y Fermí Pons.