El alcalde de Jaén gana el pulso al aparato del PP al reforzar el poder de su mano derecha

El PP dio ayer por cerrada la grave crisis abierta en el Ayuntamiento de Jaén, donde ocho de los 14 ediles se habían negado a asumir las delegaciones asignadas por el alcalde, al pactar, con la mediación de la dirección regional, una nueva lista de consenso, la tercera en apenas dos semanas. El alcalde, Miguel Sánchez de Alcázar, le ha ganado claramente el pulso a la dirección del partido al reforzar el papel de su hombre de confianza, Miguel Segovia, que abandona Urbanismo para ganar más cuota de poder en la nueva concejalía de Presidencia. La única concesión del sector del alcalde al otro bando han sido dos tenencias de alcaldía, una de las cuales la ocupará la secretaria provincial, Inmaculada Solar, que será la portavoz.

El secretario regional del PP, Antonio Sanz, el alcalde jiennense, Miguel Sánchez de Alcázar, y el presidente provincial de los populares, José Enrique Fernández de Moya, comparecieron ante la prensa a media tarde para sellar la paz interna y destacar la "unión" del partido en la provincia. Sin embargo, hasta última hora hubo que salvar no pocos escollos que ninguna de las partes quiso airear. "Lo importante es el resultado", dijo Sanz, tras agradecer el "esfuerzo y la generosidad" de las dos partes para conformar "el mejor equipo de gobierno para Jaén".

Tras una maratoniana reunión celebrada la noche anterior en Sevilla, que se prolongó hasta bien entrada la madrugada, todo hacía indicar que el acuerdo se haría público ayer por la mañana. Pero el mismo se demoró más de lo previsto por la resistencia de la dirección provincial a aceptar un reparto de poder que seguía sin ver equilibrado y, sobre todo, por los recelos que despertaba la recién creada concejalía de Presidencia que ocupará Miguel Segovia, el principal motivo de discordia para los disidentes. Ese amago de rebelión motivó que el secretario regional, Antonio Sanz, se desplazara a Jaén para que el acuerdo no volviera a saltar por los aires.

Las dos partes hicieron concesiones de última hora. El alcalde, que mantiene en Urbanismo a otro edil de su confianza, Manuel Peragón, incluyó entre las seis tenencias de alcaldía a dos de los ediles disidentes: Inmaculada Solar (portavoz) y Gustavo Martínez (Hacienda), además de conceder la presidencia de la Universidad Popular a otro de los afines a la dirección, Fernando Zaldúa. A cambio, asignó a otro de sus hombres de confianza, Antonio Lucas, el área de Personal, que combinará con Asuntos Sociales.

Sánchez de Alcázar, que asumirá él personalmente la presidencia de la radio y televisión municipal, envuelta en la polémica en las últimas horas, ha reforzado el papel de Miguel Segovia, al que el grupo disidente quería relegar -"no puede ser que algunas personas tengan más del 90% del poder en el Ayuntamiento", llegó a decir el presidente provincial en clara alusión a Segovia- situándolo al frente de Presidencia. "Será una persona próxima al alcalde, con funciones de coordinación y para impulsar todas las áreas y establecer prioridades", explicó el alcalde.

Además, en las duras negociaciones mantenidas entre los dos bandos, Segovia se ha garantizado un lugar en las listas del PP para las próximas elecciones autonómicas, cuyo cabeza de cartel será su principal opositor, el presidente provincial, José Enrique Fernández de Moya, quien ha quedado sin responsabilidad alguna en el organigrama de gobierno municipal, según él para centrarse en su tarea de portavoz en la Diputación y preparar las autonómicas.