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DOBLE CRIMEN EN LA COMANDANCIA DE ALBACETE

"Esta tragedia no tiene explicación alguna"

La muerte del comandante de la Guardia Civil y segundo jefe de la Comandancia de Albacete Isidoro Turrión y del médico de la Comandancia Francisco Naharro por los disparos realizados por el anterior jefe de la Comandancia, Antonio Peñafiel, causó una honda conmoción ayer en Albacete. A partir de las 11 de la mañana la noticia corrió de boca en boca.

El médico Francisco Naharro era una persona muy conocida en la localidad, tenía cinco hijos, entre ellos la delegada del Gobierno y un médico del Hospital General. A pesar de haberse jubilado hace cinco años, este médico continuaba colaborando y atendiendo a los guardias civiles de la Comandancia. Nacido en Peñas de San Pedro, una pequeña localidad a 35 kilómetros de Albacete, el doctor Naharro había desempeñado siempre su labor profesional en la capital albaceteña. "Nos unía algo más que la amistad; era muy querido por todos", comentó ayer por la tarde a las puertas del tanatorio Cándido Ruiz, paisano del médico asesinado. "Fue la persona que siempre nos atendió; era algo especial para nosotros", apuntó su esposa, visiblemente afectada.

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El alcalde de Albacete, Manuel Pérez Castell, declaró a las puertas del Hospital Universitario de la ciudad: "Esta tragedia no tiene explicación lógica". El alcalde socialista, que conocía bien al autor de los hechos, reconoció que no se explicaba "cómo un hombre preocupado por la seguridad de Albacete puede hacer algo así; una persona totalmente entregada al Cuerpo es inexplicable que haya alcanzado a ejecutar esta tragedia". El alcalde, acompañado de alguno de sus concejales, reconoció que el intento de quitarse la vida por parte de Peñafiel "lo dice todo de su estado".

El alcalde quiso minimizar las tensiones y las desavenencias internas en la Comandancia de la Guardia Civil en Albacete, y dijo: "A mí no me consta que haya ni tensiones ni problemas entre ellos". La máxima autoridad municipal reconoció que Peñafiel acudía "no permanentemente, pero sí con cierta asiduidad, a la Comandancia de la Guardia Civil". Por eso, explicó, no le extrañó a nadie su visita en la mañana de ayer.

La Comandancia de la Guardia Civil de Albacete está ubicada en la calle Ramón y Cajal, junto a la Avenida de la Guardia Civil, en el barrio conocido como Industria, céntrico, popular y de clase media. Allí trabajan más de 200 agentes de la Guardia Civil y residen habitualmente unas 40 familias. Antonio Peñafiel había residido en el acuartelamiento hasta que fue apartado del cargo. Ayer fue allí en busca de la muerte.

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