El Rey señala Rumania como la prioridad de España en el Este

Rumania, que por su escaso desarrollo y sus 21 millones largos de habitantes representa el mercado más atractivo entre los 12 países del Este de Europa que en el 2007 se habrán incorporado a la UE, es la gran prioridad española en la zona. Lo certificó ayer el rey Juan Carlos, al afirmar: "Aspiramos a que Rumania sirva de pilar a la presencia económica española en esta parte de Europa".

"Rumania es hoy una economía abierta, una democracia consolidada", añadió el Rey. El próximo otoño, la Comisión Europea tendrá que volver a considerar si otorga la vitola de "economía de mercado" a este país, donde muchas amas de casa ven los culebrones televisivos directamente en español. Pero el italiano es lengua aún más próxima al rumano, y eso explica que Italia tenga ya una implantación económica consolidada.

Mientras Bulgaria ha conseguido cerrar ya 24 capítulos, de los 29 que integran la negociación de adhesión a la UE, Rumania sólo ha podido culminar 14. Según los informes de la Comisión, el país que fue feudo de Nicolai Ceaucescu afronta graves problemas en temas como la justicia, de dudosa independencia; la corrupción, tan grave que requiere "una estrategia nacional" de lucha; el blanqueo de dinero, potenciado por potentes mafias locales que explotan el juego, el tráfico de inmigrantes, la prostitución, la piratería industrial y la falsificación de marcas; la situación de la mujer, discriminada laboralmente, o incluso en política exterior, ya que el acuerdo que firmó Rumania en agosto de 2002 con Estados Unidos para no entregar a los estadounidenses al Tribunal Penal Internacional es incompatible con la posición europea.

2.000 repatriados

"La degradación del medio ambiente, el crimen organizado, la proliferación de armas de destrucción masiva y, sobre todo, el terrorismo, representan graves amenazas que desbordan las fronteras de los Estados y requieren el reforzamiento de la cooperación", dijo ayer don Juan Carlos, que saludó "el firme compromiso de Rumania" en la lucha antiterrorista.

"Quiero destacar", añadió el jefe del Estado, "el importante esfuerzo que Rumania y España están realizando para luchar contra el tráfico de seres humanos y para abrir cauces legales a la emigración", añadió. Fuentes diplomáticas informan que el Rey no mencionó ningún problema de inmigración en su conversación con el presidente del país, el ex comunista Ion Iliescu. La cooperación policial hispano-rumana es completa y ha permitido la repatriación de unos 2.000 sinpapeles, de un total de 34.000 personas que integran ya la comunidad rumana en España.

Don Juan Carlos sí se interesó, en cambio, por la reforma de la ley de adopciones que las autoridades realizan con objeto de reforzar la protección del menor. El Gobierno español desea que la reforma concluya cuanto antes, para que se desbloqueen los procesos de adopción ya iniciados.

Iliescu, por su parte, pidió al Rey que España coopere con su país en materias como el desarrollo de "infraestructuras, energía, banca, telecomunicaciones o agricultura". La ministra de Sanidad, Ana Pastor, negoció ayer un acuerdo de cooperación sanitaria.