Más autonomía con el nuevo Centrino

La principal característica de los portátiles con Centrino es su mayor autonomía. Se puede estar trabajando con el equipo cinco horas sin necesidad de tenerlo enchufado a la corriente.

El aumento de la autonomía se ha conseguido, en gran parte, a base de reducir las prestaciones del procesador, que ahora va a un máximo de 1,7 GHz cuando existen versiones de sobremesa de más de 3 GHz. El acierto de Intel es que ha conseguido que el usuario no note apenas reducción de prestaciones en las aplicaciones que utiliza habitualmente, porque se ha optimizado la comunicación entre el procesador y la placa base.

La principal diferencia de interés de Centrino no está en la comunicación inalámbrica integrada sino en que se prioriza el bajo consumo frente a la capacidad de proceso. Esto lleva a emplear pantallas de 14 y 12 pulgadas frente a las de 15 pulgadas. También se eliminan accesorios pocos usados, como la disquetera, con lo que a su vez se consigue una reducción de tamaño y de peso. Varios fabricantes ofrecen portátiles completos de 1,1 kilogramos, con 15 mm de espesor y seis horas de autonomía.

Centrino supone un vuelco en el paradigma tradicional de Intel, consistente en ofrecer siempre más prestaciones. La ventaja es que no hay aumento apreciable del coste. Un Satellite Pro M10, de Toshiba, con Centrino a 1,3 GHz, disco de 40 GB, memoria de 256 MB, DVD, Wi-Fi integrada y pantalla de 14 pulgadas cuesta 2.011 euros con IVA. Pesa 3,3 kg y su autonomía es de 5,3 horas.