El ex agente mediático
Josep María Minguella (Guimerà, Lleida, 1941) es el candidato más mediático de cuantos concurren a la presidencia del Barcelona. Ex agente de futbolistas como Rivaldo o Guardiola, Minguella intenta ahora el asalto al sillón presidencial del Barça convencido de que posee el mejor proyecto y el más singular. "Por experiencia, soy el que más entiendo de clubes de fútbol, del Barça y el que tengo más claro lo que necesita", proclama sabedor también de que esos argumentos no son suficientes para ganar las elecciones. Su pasado como agente y su efímera pero mala experiencia como asesor de fichajes de Joan Gaspart juegan en su contra entre parte del electorado.
Con el lema "Minguella es necesario" y respaldado por los ex azulgrana, Stoichkov y Neeskens, el ex agente ha evitado vincular su candidatura a fichajes estrella. Minguella ha propuesto la contratación de un central alto que vaya bien de cabeza, de un centrocampista pasador y con llegada y de un delantero goleador. Sus modelos para estos puestos son: el delantero del Deportivo Roy Makaay, el centrocampista del Oporto Deco y el central del Bayer Leverkusen Lucio. Espera a que su director técnico -le gustan Carrero del Celta, Subirats del Valencia y Bonet del Mallorca- y su entrenador, cuyo nombre no ha desvelado, decidan si seguirán apostando por Víctor Valdés.
Dice que si la parcela deportiva va bien, para reflotar la economía del club bastará con rebajar la base salarial total del vestuario.
Para democratizar el Barça ha lanzado una propuesta original: el parlamento azulgrana, un grupo de socios elegidos democráticamente al que la directiva deberá informar de todas sus acciones y ante el cual tendrá que rendir cuentas.
