Xavier Angerri afirma que "un cuadro es como una conversación"

El pintor Xavier Angerri (Barcelona, 1934) acaba de presentar su última exposición en la Sala Barna, donde ha mostrado sus intensos cuadros, en los que trata de resumir sus cuestiones vitales. "Un cuadro es como una conversación. Mientras hay cosas que decir, vas pintando. Cuando llega el silencio es que se ha acabado la obra". Sus viajes y su afición al mundo del mar concentran los puntos de arranque de su pintura. Sin embargo, Angerri diluye al máximo la parte figurativa.

Aunque sus obras conservan un punto referencial, su trabajo se expande hacia la exploración de la materia y el color. "La abstracción tiene su servilismo mental, porque hay que desarrollar un trabajo de reflexión previo, pero luego permite una libertad total", afirma. En sus obras las referencias explícitas siempre tienen un sentido metafórico: peces devorándose entre ellos, símbolos como la cruz y la media luna que simbolizan el enfrentamiento entre culturas. "Intento que lo obvio quede diluido y que el espectador tenga que descubrir y pensar", dice el pintor, quien asegura que sigue a Picasso "en aquello de que la inspiración ha de cogerte trabajando" y pinta cada día "un mínimo de seis horas".