"La epidemia de estiércol está creciendo en la televisión"

Antonio Mercero (Lasarte, Guipúzcoa, 1936) comenzó en la televisión cuando nacía la segunda cadena de TVE (UHF entonces y hoy La 2). Después de 40 años vinculado al medio, como audaz guionista y esmerado realizador, sostiene que hoy en día sería difícil hacer producciones como La cabina, el único trabajo español galardonado con un Emmy. El próximo viernes, Mercero recibirá el reconocimiento de la Academia de la Televisión con el Premio Toda una Vida 2002. Una vida jalonada de títulos míticos, como Verano azul, Ese señor de negro, Turno de oficio y Farmacia de guardia. Ahora saborea el éxito popular de la película Planta cuarta a su paso por el Festival de Málaga.

Pregunta. Usted fue el primer presidente de la Academia, ¿cómo ha evolucionado la institución?

Respuesta. Jesús Hermida y yo estuvimos confirmándola. Tras las elecciones, con el actual presidente, se ha podido trabajar con más posibilidades. La Academia está en movimiento, aunque le hacen falta ayudas económicas.

P. ¿Qué valora del premio?

R.

Fundamentalmente, que lo otorgan los profesionales por mi trayectoria: casi medio siglo dedicado al cine y a la televisión. De todos los premios, el Emmy es el que más me gusta. La cabina significó un salto cualitativo para mí. Hasta entonces hacía cosas de encargo: documentales, Crónicas de un pueblo. A partir de ese momento pude abordar proyectos que me gustaban: Don Juan, La Gioconda está triste, La noche del licenciado y Verano azul.

P. ¿Se podrían hoy hacer productos como La cabina?

R. Difícilmente. No existen programas independientes como entonces, que competían en festivales internacionales. Hoy se busca la audiencia.

P. ¿La 2 no ofrece aquellas oportunidades?

R. Existía esa posibilidad. Pero todo lo que da sentido a las cosas, desgraciadamente, son las audiencias. Vemos programas de calidad que desaparecen rápidamente. Es un poco triste. Lo importante es la fidelidad, que los espectadores terminen queriendo a los personajes. Farmacia de guardia arrancó con un 15% de audiencia. Hoy, la hubieran quitado a las cuatro semanas.

P. ¿Cómo ve la televisión?

R. Se ha convertido en una especie de estercolero. Nunca había visto la televisión en un punto tan bajo. Estamos tocando fondo. Al principio había algo de estiércol, pero la epidemia está creciendo. Se producen productos baratos. El morbo funciona en términos de audiencia y económicos.

P. ¿Debería el Gobierno tomar medidas o es cosa de los empresarios, como dice Aznar?

R. La cuestión es saber quiénes son los culpables: los empresarios o el público que consume esos productos. Quisiera que hubiera una especie de revolución televisiva y los directivos rompieran con esta dinámica. La televisión pública debería dar ejemplo. En algún momento esto tendrá que cambiar porque no hay ninguna televisión extranjera con este nivel de basura.