Medicina cambiaria
Desde el nacimiento del euro como moneda única europea hace cuatro años y medio se perciben tres periodos muy claramente definidos. El primero se extiende desde enero de 1999 hasta septiembre de 2000 y se caracteriza por una constante apreciación del dólar. El segundo periodo, que abarca hasta marzo del ejercicio de 2002, cabe definirlo como un paréntesis de estabilidad. El último, en el que todavía nos encontramos inmersos, se caracteriza por una fuerte recuperación del euro. En definitiva, el euro se ha depreciado un 30% frente al dólar en sus primeros dos años de vida y ha recuperado sus niveles de cotización iniciales en el último año y medio.
Aplicando un enfoque basado en el análisis de la paridad del poder adquisitivo entre ambas monedas, es decir, corrigiendo los movimientos cambiarios por los diferenciales de inflación, niveles de cotización de 1,20 dólares por euro, como los actuales, estarían próximos al nivel de equilibrio. Dicho de otra forma, en el último año y medio hemos asistido a una corrección de la sobrevaloración del dólar.
El euro se depreció un 30% en sus primeros dos años de vida, pero ha recuperado sus niveles de cotización en el último año y medio
Dos factores parecen haber sido el detonador de la brusca depreciación del dólar: el riesgo de deflación en Estados Unidos y las crecientes necesidades de financiación de la economía estadounidense. En cuanto al primero de ellos, la imposibilidad de tener tipos de interés negativos hace que un escenario de deflación suponga un tensionamiento de las condiciones monetarias que sólo puede verse compensado con depreciaciones del tipo de cambio. Esta situación no es exclusiva de Estados Unidos, pero ha venido a sumarse al segundo factor mencionado. Estados Unidos presenta un déficit corriente próximo al 4% del producto interior bruto (PIB).
En periodos de bonanza económica estas necesidades de financiación se cubren fácilmente (incluso por exceso, lo que provoca apreciaciones de la moneda). En periodos de estancamiento económico, sin embargo, los países con fuertes necesidades de capitales suelen experimentar una depreciación de su moneda para reducir, en términos de moneda extranjera, dichas necesidades.
David Martínez y Enrique Sánchez del Villar son, respectivamente, analista y socio de Analistas Financieros Internacionales.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.