Luis Miguel Encabo torea hoy su décimo San Isidro

Penúltimo jueves de feria. Y décimo San Isidro para Luis Miguel Encabo, quien con 14 años ingresó en la Escuela Taurina de Madrid, decidido a ser torero y con un hatillo de sueños y preguntas como equipaje.

Luis Miguel Encabo responde con un chispazo inmediato: "Es mi décimo San Isidro. No lo he dudado para nada. Y de lo sucedido, lo que más me ha impresionado, lo de mejor sabor hasta ahora, cuando mi presentación en Las Ventas, que salí a hombros. Después, lo del año pasado con el toro de Victorino de vuelta al ruedo, que me colocó muy bien".

Encabo confiesa que en su concepción del toreo "importa principalmente la lidia. Luego, cuando has encauzado la embestida del toro y dominado el terreno, torear lo más artísticamente posible. Sin duda que es imposible recrear la suerte si antes no ha habido dominio". Capoteros importantes, para un torero que maneja el percal con autoridad, precisa que ha tenido dos ídolos: El Yiyo y Julio Robles. "Para mí, Robles, en fin, ha dado tardes espléndidas con el capote. Y en cuanto a banderilleros, desde mi perspectiva y por lo que yo he visto, Víctor Mendes me ha parecido el de más técnica y el más puro. Pero ahora hay cuatro o cinco matadores banderilleros que lo hacen muy bien y que han revalorizado el tercio y puesto muy arriba".

Encabo replica que "el color del temple se entremezcla con lo abstracto. Aunque más que color, tiene sentido. El miedo, pues, de salida es imprescindible, luego hay que centrarse y a base de ilusión y conocimiento convivir con él y superarse".

Por otro lado, al terminar la corrida del martes, la Asociación de la Prensa le concedió la primera Oreja de Oro de la época moderna a El Juli, por su actuación en solitario, y el trofeo Velador

al toro de Juan Pérez Tabernero. Y cinco toros de la Dehesilla habían pasado ayer el reconocimiento previo.

La corrida de hoy. Toros de José Luis Pereda-La Dehesilla para Vicente Barrera, Luis Miguel Encabo y Matías Tejela. A las siete de la tarde.