El PP boicotea la visita de Ibarretxe al Parlamento catalán

El lehendakari Juan José Ibarretxe sufrió ayer un conflictivo recibimiento en el Parlamento catalán. Los 12 diputados populares y 5 del PSC y de Iniciativa per Catalunya se mantuvieron sentados en sus escaños sin aplaudir la presencia del presidente vasco. El jefe del Grupo Popular, Alberto Fernández Díaz, tampoco asistió a una recepción que el presidente de la Cámara, Joan Rigol, ofreció al lehendakari. En esta reunión, Ibarretxe admitió su temor por un próximo atentado de ETA contra personas del PNV.

Ante la presencia del lehendakari, también optaron por quedarse sentados cuatro parlamentarios socialistas y otro de Iniciativa-Verds. Estos desaires contrastaron con el fervoroso recibimiento a Ibarretxe de los independentistas de Esquerra Republicana, cuyo líder, Josep Lluís Carod Rovira, gritó "Gora Euskadi", coreado por sus compañeros de grupo. El lehendakari se mostró indiferente, desde el palco de invitados, a los gestos de unos y otros. El líder del PP catalán, Alberto Fernández, manifestó su propósito de "no seguir el juego a un lehendakari que lo único que quiere es hacerse la foto para aparentar una normalidad política que no existe para nosotros". El socialista Iceta afirmó: "Ibarretxe no necesita aplausos, sino consejos". Horas después, y en el Colegio de Abogados, Ibarretxe apostó, como hizo recientemente en Madrid, por una reforma de la Constitución y la celebración de un referéndum de soberanía en Euskadi para que los vascos puedan "decidir libre y democráticamente el estatus de relación jurídico-política que quieren mantener con el Estado español". El desplante a Ibarretxe en Barcelona ha estado precedido estos días de la división que se ha producido entre organizaciones nacionalistas y no nacionalistas tras el último asesinato de ETA. El propio Gobierno vasco ha reconocido que tal división es cada vez más profunda y que existe el riesgo de una fractura social en el País Vasco.