El Rey reivindica ante Putin la defensa de los derechos humanos

El Rey aprovechó anoche su discurso en la cena de gala ofrecida al presidente de Rusia, Vladímir Putin, para reivindicar a Europa como un "espacio común de civilización" donde debe imperar "el respeto de los derechos humanos y de las libertades fundamentales". En la primera jornada de su visita oficial a España, Putin mantuvo una reunión con el presidente del Gobierno, José María Aznar, en la que fueron abordadas la situación interna de Rusia y su política en Chechenia.

Aunque el Gobierno español tiene puestos los principales objetivos de la visita en los aspectos económicos, la primera estancia oficial de Putin en España está también marcada por hechos como los excesos de las tropas rusas en Chechenia o las restricciones que sufre la libertad de prensa en el país, sobre todo tras la detención ayer en Moscú de Vladímir Gusinski, presidente del único grupo mediático crítico con la política de Putin. Gusinski fue detenido por presunta estafa. "Es un acto político de intimidación a un grupo independiente que no se ha doblegado al Gobierno", declaró a EL PAÍS el número dos del grupo Most, Ígor Malashenko, que se encuentra en España. "El nuevo Gobierno es una amenaza de régimen autoritario". Aznar y el presidente ruso hablaron ayer de Chechenia, pero sin hacer hincapié en las diferencias de puntos de vista. La visita ha sido posible, entre otros factores, por la moderación mostrada en el tema por el Gobierno español. En el terreno económico, la estancia de Putin arrojó ayer sus primeros resultados. El Gobierno ruso anunció la creación de una sociedad con la española Talgo y planteó la compra de ocho trenes por un precio que puede superar los 15.000 millones de pesetas. El presidente ruso se reunirá hoy en un desayuno de trabajo con más de cien empresarios españoles, que reclamarán un marco estable para sus inversiones en Rusia.