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Reportaje:ELECCIONES 25M | Comicios municipales en Cataluña

Una campaña contaminada

La cercanía de otras citas electorales ha quitado protagonismo a los candidatos a las alcaldías.

La campaña municipal ha estado contaminada por la cercanía de otras convocatorias -las autonómicas catalanas y las generales-, y el discurso de quienes jugarán en ellas ha cabalgado y, a veces, ensombrecido el mensaje municipal. Sin embargo, formalmente, en Barcelona, ésta era la campaña de Joan Clos, Xavier Trias, Imma Mayol, Jordi Portabella y Alberto Fernández Díaz. La primera cuestión fue cómo han visto la campaña del candidato que tuvieron tan cerca antes de que empezara todo.

. Josep Maria Girona ha contemplado una Imma Mayol que "ha marcado su territorio" sabiendo que su discrepancia con los socios municipales no ponía en peligro la alcaldía de Clos, que ha cuidado su perfil más conservador. "Mayol sabe que puede mejorar los resultados" y que ICV-EUiA se verá favorecida por la movilización a favor de la guerra. "Ha hablado mucho del déficit en las políticas de carácter social, a pesar de que Iniciativa está en el gobierno municipal barcelonés, pero ha sabido replicar a CiU y el PP sus críticas a la política de la vivienda de la que se quejaban sin sentirse corresponsables".

"Ha sido notoria la extraña desgana demostrada por Josep Piqué estos días"
"Sólo faltaba que pongamos a los políticos, tan mal vistos, en una viñeta de cómic"
"La avalancha de propuestas del PP ha sido una estrategia para sacar un asunto diario que tapase la guerra"
"Ha sido una campaña mediatizada por cinco o seis popes por encima de los 'alcaldables"
"Los partidos quieren instrumentalizar el movimiento contra la guerra sin cambiar el modo de hacer política"
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La implicación de Aznar y Zapatero en la campaña no logra arrastrar a los ciudadanos a las urnas

- Clos despeja. Manuel Vázquez Montalbán afirma que Clos empezó la campaña con la seguridad de quien sabe que es el ganador y ha sabido despejar los ataques. Unas críticas, en especial en el campo de las políticas sociales, que han sido incluso contraproducentes para quien las ha hecho sin estar limpio de culpa. Tanto cuando llegaron de Trias, como, en especial, cuando las retomó Aznar acusando a los socialistas de Barcelona de no haber hecho vivienda social. "Fue contundente en la réplica y creo que le benefició la intromisión de Aznar porque fue vista como una injerencia del jefe de Gobierno en una asunto local. El único interrogante es hasta dónde llegará el desgaste que supone ser el alcalde".

- La soledad de Fernández Díaz y Portabella. La soledad de Fernández Díaz en relación con los otros candidatos y su propio jefe, Aznar, ha sido lo que más ha llamado la atención de Rivière. "Mientras Aznar ha hecho una campaña 3R, Fernández Díaz la ha hecho para todos los públicos. Lo que define su campaña son las banderolas de la calle, donde pide el voto sin ninguna frase". Salía como perdedor, pero ha puesto empeño en no darlo por perdido. "En televisión se le veía rodeado de micros, sin gente ni grandes mítines. Creo que el partido no lo ha tratado bien".

Esta misma sospecha tiene Sergi Pàmies de Jordi Portabella, quien, sin embargo, no ha desfallecido por ello. "Ha tenido empuje, aunque he notado cierta falta de apoyo de su partido. Y cuanto menos apoyo tenía más lanzado le he visto en sus planteamientos". Pàmies duda de que la campaña "innovadora" con imágenes de cómic haya sido una buena idea. "Sólo faltaba que pongamos a los políticos, tan mal vistos, en una viñeta". "Es el candidato con más mercado electoral para seducir y detecto cierto miedo en su entorno de que vaya a tener éxito". La frecuente cita de Portabella a Bagdad -"querernos hermanar con zonas tan calientes del planeta es una osada expansión de la política metropolitana"- y sus lecturas paternales de las Mil y una noches que algún día tendrán que terminar plantea algunos interrogantes sobre qué leerá en el futuro. Vázquez Montalbán sugiere que puede continuar revisando la película El ladrón de Bagdad.

- Trias, transparente. En estas elecciones, el resultado, en sus grandes cifras, está anticipado. "Trias se sabe perdedor y le ha faltado cara dura para disimular que lo sabía. No tiene capacidad para engañar. Cuando decía que iba a seguir en el Ayuntamiento cuatro u ocho años más estaba admitiendo que esta vez no sería alcalde. Aznar se ha dirigido a su gente y Mayol a la suya, pero Trias ha planteado un discurso socialdemócrata dirigido a otro público. La parte positiva es que se ha tomado la campaña como una carrera de fondo para los próximos 12 años en la que hoy tiene que salvar un único obstáculo: tener un resultado aceptable", comenta Ramoneda.

La crítica a una Barcelona poco social ante un ciudadano complacido con su ciudad es difícil de hacer, pero puede tener réditos a largo plazo. En cualquier caso, destaca Ramoneda, Trias ha hecho su campaña y no ha escuchado a su partido cuando le pedía que apelara a las esencias nacionalistas.

Pero los candidatos a alcalde, ni los de Barcelona ni los de ninguna otra ciudad, no han sido los únicos protagonistas. Ha habido mucha prensa detrás de los próximos contendientes en las autonómicas y generales.

- Con vistas al otoño. Girona cree que Pasqual Maragall ha marcado este otro debate obligando a los demás a reaccionar, marginando a Artur Mas.

"De la misma manera que en el resto de España lo ha marcado Aznar, con José Luis Rodríguez Zapatero a remolque". Ramoneda advierte que los resultados de hoy no darán indicios razonables sobre lo que pueda pasar en otoño porque el voto metropolitano puede regresar a la abstención y la Cataluña profunda seguir fiel a CiU. "Sólo una gran catástrofe de CiU hoy indicaría algo con claridad". Ramoneda opina que Mas no ha sido eclipsado sólo por Maragall. También lo han ensombrecido Pujol y Duran Lleida.

Los candidatos autonómicos han salido en las municipales para recordar que están ahí, argumenta Vázquez Montalbán. "Pujol y Duran, como valedores del futuro de CiU, han tenido una presencia importante. Lo que está por ver es si se trata de una inversión positiva con vistas a las autonómicas. Maragall ha salido reforzado, ha dado la impresión de provocar a sus adversarios, quienes intervenían para darle la réplica". Vázquez Montalbán subraya, en este terreno, la "extraordinaria desgana" demostrada por Josep Piqué, candidato popular in pectore de las autonómicas. Pàmies duda que la ausencia de Mas sea tan perjudicial para el aspirante porque puede ocurrir que cada vez que hable Maragall pierda votos porque solivianta a un posible electorado fugitivo de Mas.

- Plebiscito para Aznar. En el resto de España, hay coincidencia en ver un Aznar comprometido en un plebiscito de despedida que ha intentando sacar a su partido del lío en el que lo ha metido con la guerra y otros desastres. "Ha ido a buscar a los suyos con una campaña derechizada" y esta estrategia no pasaba por Cataluña, afirma Ramoneda. Frente a un Aznar que acudía sin rubor a un lenguaje muy sexuado -"pelotas picadas"-, Rivière ha visto un Rodríguez Zapatero educado pero desmayado. "La gente puede acabar votando estilos", augura. Y lo hará porque el contenido municipal de la campaña ha quedado disminuido. "Al perder el matiz municipalista, hemos perdido los electores. Se ha perjudicado el debate sobre soluciones locales y aumentado el peligro de intoxicación", lamenta Pàmies. "El culebrón mexicano desatado por Maragall con la pureza de sangre ha barrido el discurso municipal", dice.

Girona retrata una campaña "mediatizada por cinco o seis popes" en la que conocemos pocos alcaldables y nadie sabe ya quién es el número dos de una lista. Vázquez Montalbán constata este oscurecimiento del discurso municipal, pero duda que una campaña sin otros ruidos hubiera sido mejor. "¿Quién retiene el discurso municipalista?".

Puestos a dudar del interés estricto de la campaña municipal, el Doctor Culé destaca no sólo la cercanía de las elecciones autonómicas o generales. "Más cerca todavía están las del Barça, que compiten claramente en gancho popular", recuerda. Un deslizamiento hacia el 15-J detectable en otros signos. "Clos ha robado el eslogan de Joan Gaspart. Él hablaba del mejor club del mundo y Clos, de la mejor ciudad del mundo", corrobora Ramoneda.

- El 'efecto guerra'. Rivière y Pàmies, entre otros, señalan que los partidos han tenido la tentación de instrumentalizar el movimiento ciudadano contra la guerra y no profundizar en la necesidad de cambiar la forma de hacer política. Vázquez Montalbán cree que dos meses es poco tiempo para que los partidos puedan metabolizar lo sucedido y les da más tiempo para digerir algo de lo que no podrán prescindir. Girona destaca que las encuestas no reflejan que el PP vaya a sufrir mucho electoralmente en Cataluña por culpa de la guerra, aunque coincide con el resto de que su pequeñez en Cataluña impide un gran castigo.

En Cataluña, el efecto guerra será menos visible que en el resto de España porque aquí la mayoría de partidos ha estado en contra de la misma.

- Promesas y subastas. Todos coinciden en que el inevitable rosario de promesas y apropiaciones de obras no beneficia la imagen de los políticos, sometidos a una ceremonia de subasta en la que Rivière destaca el exceso de propuestas, "sobre todo del PP, y no sé si la gente lo asimila". "No es normal", remata Girona, "que el Consejo de Ministros apruebe otra ley de extranjería a dos días de las elecciones". En el caso del PP, la avalancha de iniciativas la ve Ramoneda como una estrategia para sacar cada día un asunto "que tape la guerra".

Sobre cuánta gente acudirá hoy a las urnas, las predicciones son difíciles. Las previsiones meteorológicas apuntan lluvia, pero la lluvia ha servido tanto para justificar la abstención como para explicar un aumento de votos porque el ciudadano no sale de casa o porque, si llueve, no se va a la playa. El problema, a juicio de Pàmies, es que nunca había habido tanto voto no convencido. "Hay voto reactivo, a la contra, voto continuista, pero poco voto a favor de un proyecto". Rivière cree que Clos está demasiado autosatisfecho con Barcelona y no se da cuenta de miserias cotidianas como que abran la misma calle varias veces para otras tantas obras. "La ventaja que tiene es que nadie piensa que otro lo haría mejor", subraya Vázquez Montalbán.

- Incógnitas que despejar. Repasando las incógnitas que subsisten en estas municipales catalanas salen, entre todos, algunas. ¿Qué resultado tendrán quienes han de cubrir la retirada de personalidades? Por ejemplo, en Girona sin el hegemónico Joaquim Nadal. La influencia del Plan Hidrológico en las tierras del Ebro o qué puede pasar en la ciudad de Tarragona con CiU. Pero es fuera de Cataluña donde hay incógnitas particularmente relevantes. La batalla de Madrid o lo que suceda en el País Vasco.

Girona advierte de que después de esta acumulación temporal de elecciones, después de las generales, vendrán tres años de sequía. Pero todos coinciden en que no por eso será un periodo aburrido.

Los pactos municipales se verán como anticipo de los autonómicos. ¿Cómo recibirá la derecha catalana la ausencia de Pujol? ¿Realmente ERC recuperará un espacio que cree suyo históricamente? ¿Habrá de verdad un aumento del voto joven, politizado recientemente por el episodio bélico? ¿Cómo administrará el PP el reparto de la herencia de José María Aznar, al que se ve obligado en su peor momento? Hoy, la matemática de las urnas, la voz de la ciudadanía, empezará a despejar algunas de estas incógnitas.

Continuará.

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