Ocho embarazadas, dos bebés y varios heridos viajaban en cinco pateras
Las costas andaluzas vivieron ayer la mayor oleada de inmigrantes de la que hay constancia. Cerca de 200 subsaharianos, entre ellos 90 mujeres -ocho embarazadas- y dos bebés, fueron detenidos tras abandonar las cinco pateras que les trasladaron desde Nigeria y Sierra Leona hasta Cádiz, en un penoso viaje que duró seis días. Una de estas inmigrantes clandestinas fue hospitalizada en el centro sanitario de Punta Europa, en Algeciras, con síntomas de parto. Otra, también embarazada, fue atendida de las graves quemaduras producidas por el motor de la embarcación. En total, 21 requirieron atención hospitalaria por hipotermias y arritmias. No acabaron aquí las detenciones. Otros 19 africanos fueron rescatados por la Guardia Civil cerca de la playa malagueña de Nerja, mientras en Barbate (Cádiz) eran localizados 21 indocumentados más. Esta llegada masiva de pateras se produce un día después de que el Gobierno aprobara la nueva Ley de Extranjería, más restrictiva con la inmigración, que fue duramente criticada por sindicatos y ONG.
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