El distrito menos 'mestizo' de la ciudad

Dicen que Moratalaz debe su nombre a los árabes. Según esa teoría, la palabra vendría de Morat, un término visigodo con el que los musulmanes se referían a estas tierras situadas entre la carretera de Valencia y el cementerio de la Almudena, y de alfaz, derivada de alfahs (campo). Pero muchos siglos después este vecindario de 108.200 habitantes está lleno de casas y ya no quedan viñedos, madroños, ni huertas.

La influencia musulmana es también nula, ya que éste es el distrito madrileño con menos población inmigrante (un 6%). Fundamentalmente de clase media trabajadora, aunque tiene también zonas más deprimidas, Moratalaz vota al PP. En las últimas municipales este partido obtuvo el 28% de los votos, frente al 23% del PSOE y el 5% de IU. En los comicios autonómicos, el PP consiguió el 32% de las papeletas; el PSOE el 22% e IU el 4%.

La renta per cápita anual de este vecindario construido a partir de los años cincuenta (10.913 euros) es inferior a la media de la capital, aunque su tasa de paro es similar a la media. El precio del metro cuadrado de casa nueva construida, 2.592 euros, es similar al de Tetuán y Fuencarral.

Junto a modernas urbanizaciones, hay bloques de pisos sociales para familias de escasos recursos, como el Ruedo de la M-30, en los que se concentran los mayores problemas sociales.

El vecindario está envejeciendo. Los mayores suponen ya el 15% de la población empatados con los niños (otro 15%).

El distrito tiene numerosos árboles, pero pocos parques. Por eso, el proyecto de la Cuña Verde, un terreno de 90 hectáreas paralelo al eje de O'Donnell en el que están previstas zonas verdes y deportivas, levantó expectativas. Pero no acaba de arrancar.

El primer cine de Moratalaz se estrenó en 1964 con la película El Cid. Pero el séptimo arte no está de suerte en este distrito, porque ya no queda ninguna sala.