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LOS DISCOS DE TU VIDA

'Uprising', de Bob Marley & The Wailers

Diego A. Manrique

Uprising fue el último elepé publicado por Bob Marley antes de su muerte y puede ser considerado como el testamento del mesías del reggae, sobre todo por contener una canción tan emblemática como Redemption song. La presente reedición en CD que publica EL PAÍS añade dos temas extra, incluyendo la versión maxi-single de su popular Could you be loved. Se podrá adquirir a partir de mañana en los quioscos, y durante una semana, por 5,95 euros.

Su huella abarca todo el planeta. Veintidós años después de su muerte, Bob Marley se mantiene como la figura musical más venerada (e influyente) en los cinco continentes. La suya es, disculpen la paradoja, una presencia viva: sigue despachando millones de discos.

Nacido en St. Ann (Jamaica) el 5 de noviembre de 1945, Nesta Robert Marley es hijo de Cedella Booker, aficionada a cantar en la iglesia, y del británico Norval Sinclair Marley, funcionario de obras públicas en la Administración colonial. Bob tiene poco trato con su padre y crece, ya en Kingston, volcado hacia la música. A través de su amigo Desmond Dekker, debuta en 1962 como Bobby Martell.

Marley descubre que en Jamaica un cantante cobra una miseria. Ejerce de soldador hasta que un accidente le deja un ojo herido. De vuelta en la música, forma The Wailers con Peter Tosh y Bunny Livingstone. Un grupo vocal de éxito, que graba cerca de doscientas canciones en los años sesenta. Bob adquiere fama de duro en Kingston y es encarcelado por un lío de marihuana. Pero la música todavía no da para vivir. Al día siguiente de casarse con Rita Anderson, emigra a Estados Unidos: quiere ahorrar y montar una discográfica. Trabajar para DuPont y Chrysler es frustrante y huye cuando el Tío Sam requiere sus servicios: se busca carne de cañón para Vietnam.

Johnny Nash, tejano con afinidad por el reggae, se fija en Marley. Graba temas suyos, los primeros que se difunden internacionalmente, y sugiere a CBS fichar a The Wailers. Pero, a final de 1971, Bob y compañía se han quedado colgados en Londres. Pleno invierno, sin dinero para volver y sin la ganja que les envían desde Jamaica (los aduaneros de Su Majestad cortan el suministro). Bob pide ayuda a Chris Blackwell, jamaicano blanco que dirige Island, poderoso sello de rock progresivo. Blackwell ama el reggae y admira a Marley, del que ha distribuido singles en el Reino Unido. Pactan un plan ambicioso: lanzar internacionalmente a The Wailers, regrabando con buenas producciones y detallitos rock lo mejor de su cancionero jamaicano.

Lo que ocurre a continuación ya es leyenda: la lenta aceptación del reggae (ayudado por intermediarios como Eric Clapton) y la entronización de Bob: inevitablemente, el grupo pasa a denominarse Bob Marley & The Wailers. Convertido en la figura más popular de Jamaica, Marley difunde su fe rastafariana en un país donde la violencia se multiplica con enfrentamientos partidarios, alimentados por la CIA, que quiere evitar una nueva Cuba. Paga cara su implicación política: en 1976 intentan asesinarle y huye con su familia a Barbados. Bob visita África como un profeta de la diáspora.

En Estados Unidos es reconocido por el público afroamericano (Stevie Wonder le dedica su Master blaster). Pero una lesión mal curada tras un partido de fútbol requiere la amputación de un dedo del pie. En 1978, reaparece el cáncer y es imparable: pulmones, cerebro, estómago. La quimioterapia en Miami y los tratamientos en Baviera sólo retrasan su muerte, que llega el 11 de mayo de 1981. Deja 11 hijos de 7 mujeres.

Un año antes, ha salido Uprising, décimo disco de su contrato con Island. Aparte de reflexiones sociales y filosóficas, contiene una de sus arrebatadas canciones de amor, Could you be loved, y un himno genuino: con su guitarra de palo, como un Dylan caribeño, interpreta Redemption song. Tras evocar los años de la esclavitud, sugiere "emanciparse de la esclavitud mental" e invita a que el mundo cante "estas canciones de libertad / es lo único que tengo, / canciones de redención".

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