ETA extiende su extorsión a familiares de empresarios vascos

La campaña de extorsión de ETA a los empresarios vascos, para obligarles a pagar el impuesto revolucionario, ha dado un salto cualitativo con el envío de cartas amenazantes a sus familias. La banda pretende así que sean sus parientes más próximos quienes convenzan a los afectados de que cedan al chantaje. El ministro del Interior, Jaime Mayor Oreja, se reunirá hoy con una delegación del PNV, encabezada por su portavoz parlamentario, Iñaki Anasagasti, en un clima de pesimismo sobre la posibilidad de un acuerdo.

Los atentados son sólo la parte más visible del clima de terror generado por ETA en la sociedad vasca. Las oleadas de cartas amenazantes a empresarios y profesionales se suceden casi sin interrupción. La banda, que, según los expertos, "anda en estos momentos más escasa de dinero que de explosivos y armas", ha dado una nueva vuelta de tuerca al chantaje, presionando directamente a las familias de los extorsionados. En esa misma dinámica se inscribe el incendio, durante la madrugada de ayer, del coche de la hija de 20 años del concejal socialista de Andoain (Guipúzcoa) Estanis Amuchastegui. El ministro del Interior, Jaime Mayor Oreja, continuará hoy la ronda de consultas con los partidos políticos iniciada el jueves. Mayor se reunirá con delegaciones del PNV, Unió Democràtica de Catalunya (UDC), Coalición Canaria y Unión del Pueblo Navarro. La entrevista con el portavoz peneuvista en el Congreso, Iñaki Anasagasti, es la más esperada y también la que presenta perspectivas más sombrías. El ministro, que quiere restar a esta reunión carácter político para no contradecir la posición del PP de negarse a dialogar con el PNV mientras dicho partido no rompa el Pacto de Lizarra, se limitará a informar de la actual situación de la lucha antiterrorista. Anasagasti reiteró ayer que "Aznar no quiere la reunión. No quiere diálogo. Sólo quiere confrontación".