El PSOE de Málaga busca una mayor movilización en los barrios ante los malos augurios de las encuestas
El PSOE de Málaga trata de combatir el desaliento que han causado en la organización las últimas encuestas sobre intención de voto con una llamada generalizada a la movilización y una mayor presencia de los candidatos en los barrios de la ciudad para tratar de incentivar una alta participación en las urnas. "La estrategia es calle y más calle, no hay otra", dijo ayer un dirigente provincial, quien aseguró que el principal enemigo de los socialistas es la abstención, que ya impidió unos buenos resultados en 1999.
A partir de hoy, la agenda de la candidata a la alcaldía, Marisa Bustinduy, se llenará de actos en distritos que el PSOE presume propensos a votarle como Carretera de Cádiz, Miraflores, Ciudad Jardín, Churriana o El Palo. Tras analizar las últimas encuestas, que ya no dan posibilidades de que el PP pierda la mayoría absoluta, y especialmente la publicada ayer por EL PAÍS, que otorga a los socialistas sólo un concejal más que hace cuatro años, el único que perdería el PP, el comité de estrategias decidió crear dos equipos para recorrer los barrios -uno con la candidata y otro con los números 2 y 3 de la lista- y liberar a Bustinduy de muchos de los compromisos que tenía con colectivos y grupos sectoriales para que esté "menos encerrada". La dirección ha pedido también a las distintas agrupaciones locales que se impliquen más en la campaña.
Además, el PSOE ultimó ayer la formación de una caravana con nueve vehículos que recorrerá las calles de la ciudad. "Las encuestas tienen que servir de revulsivo, no es hora de desanimarse", comentó uno de los miembros de la candidatura. Desde el partido se trató ayer de lanzar mensajes optimistas e incluso se dio consigna de no dar credibilidad a las encuestas. "No reflejan la situación real, en las autonómicas de 2000 conseguimos llegar a 90.000 votos y si ahora los igualamos llegaríamos a 12 concejales", aseguró un dirigente.
Pese a todo, dentro del partido se reconocen importantes defectos en la campaña, como la falta de un mensaje claro y contundente o que el discurso de la candidata esté menos disperso y más centrado en determinadas prioridades acordes con los problemas que más preocupan a los ciudadanos. Con la intención de hacer llegar a la opinión pública las propuestas socialistas y contrastar su proyecto con el del PP, Bustinduy ha pedido al alcalde la celebración de un debate cara a cara abierto a todos los medios de comunicación, pero los populares prefieren mantener el calendario de debates a cuatro, que entiende son "más plurales".
Hasta ayer, el PSOE de Málaga no dispuso de los ejemplares de su programa electoral para repartir a los ciudadanos.
Un componente de la candidatura reconoció que la campaña ha sido hasta ahora muy fría y que quizá ha habido demasiada confianza en el arrastre del secretario general, José Luis Rodríguez Zapatero, y los réditos que podían suponer cuestiones como el Prestige o la guerra de Irak, a las que no se ha aportado un "plus local" suficiente.
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