Ricky Martin asegura que ya tiene un hueco en la historia de la música

Ricky Martin había empezado a grabar un disco en inglés por expreso deseo de su discográfica, pero en el último momento, el cantante cambió de idea. Llamó a Alejandro Sanz y le contó su decisión de grabar un CD, pero en español. "Adelante, tío, ¿qué hay que hacer?", fue la respuesta de su amigo. Con su ayuda y la de otros músicos, como Juanes o Ricardo Arjona, Martin reaparece después de cinco años en castellano con Almas del silencio, 12 cortes en los que "recupera su cultura y su idioma" y que se publica hoy, lunes.

Con el pelo repeinado hacia atrás, Ricky Martin (San Juan, Puerto Rico, 1971) parece recién salido de la ducha en su primera ronda de entrevistas para promocionar su nuevo álbum: informal pero arreglado, con impecable camisa a rayas, vaqueros y botas de cuero y tres aros de plata en el dedo índice de la mano izquierda. El cantante asegura que hasta hace poco pertenecía a esa categoría de personas que dicen sí a todo el mundo, pero ahora, con la seguridad qua da haber colocado en el mercado casi 40 millones de discos a lo largo de su carrera, ha decidido consentirse un poco. "Me siento a flor de piel; estoy en un momento de reflexión y análisis de mi vida. Quiero hacer todo lo posible para estar más en contacto con mis emociones", afirma el cantante, quien reconoce que el cansancio provocado por casi dos años de gira por todo el mundo tiene mucho que ver en sus nuevos sentimientos. "Creo en lo que estoy haciendo y quiero vivir intensamente este momento. Mucha gente me habla del boom latino, pero a mí eso me da igual, mi única adicción es el escenario y tengo un público que acepta lo que hago. Eso te da mucha tranquilidad a la hora de tomar decisiones. Antes me exigía tanto que ahora he decidido dejarme tranquilo. Además, es casi seguro que en los próximos libros que se escriban sobre la historia de la música, al menos un capítulo estará dedicado a mí".

Suena fuerte decirlo así, pero seguro que al menos unas líneas sí consigue este artista que ha compartido escenario con Sting, Madonna, Elton John y McCartney, entre otros. El cross over en su caso ya está más que superado. Sus grabaciones en inglés le han abierto las puertas del codiciado mercado norteamericano. Martin, cuya popularidad empezó interpretando culebrones, se ha convertido en una figura tan conocida como para ocupar las portadas de Time, Cosmopolitan o Rolling Stone. De su último trabajo, en el que se incluía Livin' la vida

loca, vendió ocho millones de copias en EE UU.

Ritmos andaluces

Fruto de su estado de ánimo es este nuevo álbum en español en el que incluye también ritmos inéditos en su trayectoria. "Este disco nace de mis ganas de volver a la infancia y de recuperar el tiempo pasado en Puerto Rico, después de muchos años de trabajo", aclara. Almas del silencio se abre con Jaleo, una canción de claras reminiscencias andalusíes que se ha lanzado como primer single en España. "Lo hicimos con muchísimo respeto. He escuchado mucho los ritmos andaluces y Alejandro me ha ayudado bastante. Creo que la cultura latina es una mezcla de sonidos que hay que potenciar".

Algo de flamenco, alguna que otra rumba y mucho rickymartin. La letra de Jaleo va firmada por Rayito, pero no es la única colaboración ilustre de este nuevo álbum. Franco de Vita, Emilio Estefan, Juanes y Ricardo Arjona ponen letras también. El cantante se siente especialmente orgulloso de Asignatura

pendiente, "una parodia de mi vida" . La canción, cuyo estribillo habla de un amor platónico de la infancia, dice cosas como "tengo millas de vuelo para ir a Plutón, tengo un club de fans en la luna. Una casa gigante que veo desde un avión. Y en los ojos de algunos una fortuna. Un ejército de alcahuetes, una foto con Bush. Una suite en el Waldorf, y más autos que amigos". La temática del resto del disco también oscila entre los amores desdichados y las grandes pasiones, y es que a Ricky Martin sus amigos ya le conocen.

Él explica así el proceso de selección de letras: "Hablo con ellos y les explico cómo me siento; no puedo cantar algo que no va conmigo, rechazo de plano lo que me plantea alguna dificultad. No me pongo caretas para subirme al escenario. Mi vida es muy simple y quien quiera sacar cosas de donde no hay pierde el tiempo". Una vez seleccionada la letra, Ricky se mete con los productores en el estudio y crean el sonido.