Bronca entre vecinos
Oviedo y Sporting dirimen una accidentada batalla con una avalancha y un jugador local agredido
El gran duelo asturiano determinó una jornada redonda para el Oviedo, sumido en desdichas económicas y deportivas desde que comenzó la temporada. Llegaba el Sporting al Tartiere, dispuesto a poner la puntilla a su íntimo enemigo, y salió golpeado por todas partes. Los ultras sportinguistas, que acudieron con una camiseta con el lema "Yo asistí al último derbi de la historia", regresaron a Gijón decepcionados con su equipo, que no aprovechó el estado de necesidad del rival. Marcaron Geni y Villa de penalti en el primer tiempo y, cuando el partido parecía más favorable para el Sporting, Oli apareció para conseguir de cabeza un gol que puede ser clave. Ese gol pudo desencadenar la tragedia, ya que Oli fue a celebrarlo al fondo de los hinchas radicales, donde se produjo una avalancha. Todo se quedó en un susto, con tres heridos leves y felices por la victoria. Antes, Yago, ahora jugador del Oviedo, pero con pasado sportinguista, recibió el impacto de un objeto lanzado desde la grada. También se vio a agentes de seguridad retirar una barra de hierro lanzada desde un fondo.
Gracias a los resultados de la tarde, el Oviedo acabó la jornada a tres puntos de la salvación, la distancia más corta desde los inicios de la competición. Incluso puede salir de los puestos de descenso el domingo, ya que visitará a un rival directo, el Leganés, en Butarque. El equipo de Enrique Martín se ha metido definitivamente en problemas tras perder frente al Compostela (2-0), uno de los pocos equipos que respira tranquilo, pese a la que está cayendo por Santiago.
El Badajoz tampoco se resigna a un descenso que parecía cantado por el abandono que sufre la entidad a todos los niveles. El equipo extremeño ganó donde no gana casi nadie, en Ipurúa (1-2) metiendo en problemas de paso al Éibar, que hace poco parecía tenerlo todo hecho. El Almería, que ha estado en una situación desahogada casi siempre, corre serio peligro de regresar a Segunda B tras perder en su campo frente a un rival directo, el Numancia, que en estos casos tira de experiencia.
Después de 19 jornadas, el Albacete fue a perder en Ferrol, pero el tropiezo quedó relativizado por los fallos del Levante y el Xerez, los únicos que amenazaban con entrometerse en la hegemonía del trío de cabeza. Por eso tampoco resultó trascendental el empate del Salamanca en Murcia. Cada punto es un paso hacia Primera División. Como es el caso del Zaragoza, que vapuleó al Elche y ya está muy cerca de la élite.
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