Una dehesa rodeada de nuevos barrios

Buena parte de los habitantes de Fuencarral-El Pardo no votan ni votarán nunca. Son los gamos, buitres, cigüeñas y águilas que viven en el monte de El Pardo, un bosque mediterráneo de máxima protección que ocupa más de la mitad del distrito, convirtiéndolo en el más extenso de la capital. Además de ellos, en Fuencarral residen 209.324 vecinos, un tercio de los cuales dieron su apoyo al PP en las últimas elecciones municipales. El PSOE obtuvo un 21% de los sufragios, e IU, el 4%.

En los comicios autonómicos, los populares se hicieron con un 36% de los votos; el PSOE, con un 19%, e IU, con un 3%. Un 33% de los residentes con derecho a voto opta por la abstención.

Este distrito verá aumentar considerablemente su población en los próximos años, según vayan desarrollándose los nuevos barrios de Las Tablas y Montecarmelo, donde están previstas más de 20.000 viviendas. El 40% de estos pisos deben ser protegidos y, por tanto, a precios más bajos que los del mercado. Pero los cooperativistas denuncian que el valor de estos suelos se está encareciendo año tras año debido a procesos especulativos, con lo que, al final, las casas saldrán más caras de lo previsto.

Fuencarral también se verá afectado por la Operación Chamartín, que incluye el enterramiento del nudo ferroviario del mismo nombre y la prolongación del paseo de la Castellana hasta el nudo de Manoteras. Total: otros 20.000 nuevos pisos, oficinas y 12 o 15 rascacielos, algunos de ellos sobre los terrenos de la actual Ciudad Deportiva del Real Madrid.

Los nuevos desarrollos urbanísticos provocarán, según ecologistas y vecinos, un impacto ambiental en el monte de El Pardo, porque algunas de las casas quedarán muy cerca de la tapia que protege este enorme bosque. También puede verse afectado por los planes de ampliación de la M-40.

Este distrito es, después de Vallecas Villa y Villaverde, el tercero con más chabolas de la capital. El principal poblado es el de Pitis, junto a la estación del mismo nombre, donde viven, desde hace quince años, un centenar de familias portuguesas. Sus casetas impiden la construcción de la avenida del Arroyo del Fresno, vital para la zona, y por eso el Ayuntamiento tenía previsto su realojamiento para 2002. Pero sólo un tercio de las familias están ya en los pisos sociales prometidos.

En Fuencarral existen también dos poblados de casas bajas donde hace años fueron realojados otros habitantes de chabolas de la zona. Uno de ellos, el de La Quinta, es un punto habitual de venta de drogas. El otro, el cerro de las Liebres, en la carretera de Fuencarral a Alcobendas, está casi desmantelado. El Gobierno regional prometió trasladar a pisos a las cien familias que viven en él

antes de junio de 2003. Este barrio fue también hace años un núcleo de trapicheo de estupefacientes conocido como los telecinco, por la cercanía de la cadena de televisión.

Este distrito, con una renta per cápita de 14.134 euros, superior a la media de la capital, tiene vecindarios acomodados como Fuentelarreina y Mirasierra y otros más populares como el del Pilar, Lacoma y lo que fue el antiguo pueblo de Fuencarral. El barrio de La Pili, como se le conoce de forma castiza, es uno de los más densamente poblados de Europa. El precio del metro cuadrado en el distrito ronda los 2.499 euros.

Fuencarral es un vecindario con sólo un 7% de población inmigrante. Pero en algunos colegios públicos gran parte del alumnado es de otros países.

La población infantil y de tercera edad están equilibradas: cada una de ellas supone un 15% del total del distrito. Hay barrios, como el del Arroyo del Fresno, al que han ido a vivir numerosas parejas jóvenes, que carecen de colegios públicos. La tasa de paro, del 6%, es una de las más bajas de la capital. Y tampoco faltan hospitales: en él se encuentran dos de los mayores centros sanitarios de la región, La Paz y el Ramón y Cajal, así como el hospital Carlos III.

Fuencarral es el distrito más cercano a la sierra de Guadarrama. Y también el único con una carretera de la Playa. Aunque el rumor de las olas suene lejano.