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El jurado declara culpable de homicidio al policía que mató al futbolista 'Sebas'

Al acusado se le ha tenido en cuenta como eximente la legítima defensa

María Fabra

Un jurado popular declaró ayer a Pablo Santos culpable del homicidio del futbolistas Sebastián Gómez Sebas, que murió en la madrugada del 26 de agosto de 2001 en la playa del Gurugú de Castellón. El jurado, que ha tenido en cuenta, como eximente, la legítima defensa y, como atenuante, la confesión pidió cinco años de prisión para el condenado y una indemnización de 120.000 euros.

Por el contrario, la acusación reclamó 10 años y 180.000 euros, y la defensa dos años y seis meses. Sobre el veredicto del jurado ha sobrevolado la posibilidad de que el juicio hubiera tenido que celebrarse de nuevo ya que, hasta en dos ocasiones, el juez devolvió el acta a los miembros del jurado debido a las deficiencias halladas en la misma. La Ley de Enjuiciamiento Criminal contempla que si después de una tercera devolución quedasen sin subsanar los defectos denunciados, el jurado será disuelto y se convocará juicio oral con nuevo jurado. Sin embargo, a la tercera, el veredicto fue admitido, pese a que la acusación particular solicitó de nuevo su devolución. El letrado Jaime Sanz de Bremond apuntó ayer que el fallo incluye un error que hace el mismo susceptible de un recurso ante el Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Valenciana, en primera instancia, y el Tribunal Supremo, en casación. El fallo se refiere a la existencia de un cuarto disparo que el jurado da como realizado, pero no como probado.

En cualquier caso, los hechos que se han dado como probados señalan que aquella noche de agosto Sebas se encontraba en la playa en compañía de una mujer, cuando el policía se colocó a pocos metros para orinar, hecho por el que fue increpado por el futbolista. El ahora condenado, comenzó a alejarse y Sebas salió tras él y, tras alcanzarle, le propinó un puñetazo en la cabeza y le arrojó al suelo, sujetándole por el cuello por la parte de atrás. El jurado considera que el policía, que estaba de vacaciones, tuvo la posibilidad de huir, aunque fue alcanzado de nuevo por el jugador del Getafe e inició un forcejeo, en el que el acusado efectuó tres disparos sobre el cuerpo de Sebas. "El acusado, por razón de su profesión, disparó admitiendo la posibilidad de que se podría producir la muerte", añadieron los miembros del jurado. El acusado dejó a Sebas en la arena y se fue al puerto, donde arrojó el revólver al mar. Posteriormente, acudió a su casa y llamó a comisaría para confesar el crimen e informar del lugar donde había tirado la pistola.

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