"Bienvenidos rojos... y a mucha honra"
Hacía años que nadie presumía en público de ser comunista en España. En los mítines de IU incluso se ocultaba a veces esa procedencia, se hablaba de una fuerza plural y llena de independientes. Pero ahora Gaspar Llamazares empieza todos los mítines con un "bienvenidos, rojos... y a mucha honra". Y se nota en los aplausos y las caras del público que es verdad, lo de la honra. El líder se mete a la audiencia en el bolsillo cuando recuerda que esos mismos rojos trajeron la democracia a España, gracias al pacto de la Transición con la derecha moderada. Éstas deberían ser las elecciones de la recuperación electoral de IU. De momento, ya es la campaña de la recuperación del orgullo de ser rojo. Y todo por obra de un extraño: José María Aznar. El ataque del enemigo siempre une.
Llamazares explica con sencillez por qué hasta ahora no habían presumido nunca de su historia: "Es que nunca nos habían examinado".
Precisamente ése es el eje de la campaña de IU: presentarse como una opción de Gobierno, que allí donde lleva las riendas de ayuntamientos y consejerías hace políticas claramente de izquierdas: lucha contra el empleo precario, vivienda pública, servicios sociales, presupuesto participativo, apoyo a la inmigración...
También sostiene que IU ha tirado del PSOE hacia la izquierda. Y no se corta, como es obvio, en atacar a Aznar, cuya campaña ve como muy negativa, centrada en "meter miedo". Le ridiculiza. Ya le ha llamado Judas, Nostradamus, Torrente, delegado de Bush, guerrillero de Cristo, genuflexo ante Estados Unidos...