2.700 iraquíes, atendidos por médicos militares españoles

El ministro italiano de Defensa, Antonio Martino, anunció ayer en el Senado que unos 3.000 militares de su país se desplegarán en la zona sur de Irak, con mando en Basora. Su colega español, Federico Trillo-Figueroa, no quiso o no pudo decir ayer en el Congreso dónde se desplegarán los 1.500 militares comprometidos por España. En plena campaña electoral, el ministro evitó las preguntas de los diputados socialistas Mari Carmen Sánchez y Rafael Estrella sobre el papel que las tropas españolas asumirán como fuerzas de ocupación y se centró en la tarea humanitaria que, desde el 9 de abril, realizan los 600 tripulantes del Galicia, atracado en Um Qasr. 2.711 pacientes "todos de nacionalidad iraquí" han sido atendidos, detalló el ministro; 311 en el barco, 823 en el dispensario local y 1.577 en el hospital de campaña instalado en el campo de prisioneros. Además, los españoles han repartido 14 toneladas de alimentos y 16 de agua y han colaborado a rehabilitar servicios básicos, hacer reconocimientos radiológicos y químicos y desactivar explosivos. Trillo-Figueroa sólo adelantó una pista sobre su cometido futuro: "Estamos prestando asistencia a la seguridad y lo vamos a hacer en los términos que resulten de la resolución que hemos propuesto en Naciones Unidas. Mientras tanto, [las tropas españolas] colaborarán a lo que se llama una Administración de facto. Es lo menos que podemos hacer", dijo. Estrella ironizó con "lo mal que están tratando al Gobierno sus aliados en la guerra", pues sólo le han ofrecido poner las tropas españolas bajo mando polaco o controlar una provincia desértica, "un sitio tranquilo y bien soleado", en la zona británica. Trillo-Figueroa no respondió, pero ya en los pasillos se mostró convencido de que los soldados se desplegarán en Um Qasr. "Ya estamos allí", subrayó, sugiriendo que el reparto no está cerrado y que no puede ignorar la tarea que hacen los españoles sobre el terreno.