Alcalá, 'atrapada' entre la historia y el tráfico

Alcalá de Henares, la ciudad más importante del este de la región y Patrimonio de la Humanidad, lleva dos mandatos sumida en cierto desconcierto político. Tras las elecciones municipales de 1995, el PP logró la alcaldía con 11 concejales, 5 menos que la suma del PSOE (9) e IU (7). La crispada relación entre los dos partidos de la izquierda reprodujo la situación que entonces vivía la política nacional con durísimos reproches entre ambos.

Fue una legislatura dura, como recuerda el entonces joven candidato popular (tenía 27 años cuando asumió el cargo) y hoy aspirante del PP, Bartolomé González. Incapaces de alcanzar un acuerdo de gobierno, PSOE e IU sí se entendieron, "y muy bien" a la hora de torpedear el mandato de los populares, que trabajaron con presupuestos prorrogados o impuestos.

El PP ganó votos y concejales en las elecciones de 1999, pero perdió la alcaldía. PSOE e IU enterraron el hacha de guerra y, con nuevas caras en ambas candidaturas, alcanzaron un acuerdo que "ha funcionado bastante bien", según los candidatos de ambos partidos -Manuel Peinado, alcalde del PSOE, y Francisco Calles, de IU-.

Los retos para el futuro son numerosos: la gestión y conservación de un patrimonio histórico único, la conciliación del turismo con la vida diaria de los vecinos, la continuación de la descentralización municipal en marcha para dar más poder a los distritos, los problemas en transportes y aparcamiento...

Un abanico de necesidades frente a las cuales la izquierda se siente perjudicada por la, en su opinión, apuesta del Gobierno regional, del PP, por el sur de la región. "Todas las inversiones importantes de los últimos años, como el metro o las carreteras, se han hecho sólo pensando en el sur, objetivo prioritario del PP", critica el alcalde.

El PP no comparte esta afirmación, pese a coincidir en la necesidad de inversiones. "Necesitamos un Ayuntamiento fuerte y ambicioso, que lidere los proyectos que necesita Alcalá. PSOE e IU, sumidos en crisis internas y rivalidades entre ellos, no han sabido hacerlo", replica Bartolomé González.

Alcalá ha multiplicado su población varias veces en los últimos años. Tenía 22.000 habitantes en 1960, 150.000 en la década de los ochenta y ahora supera los 190.000. Un crecimiento que dejado "heridas difíciles de corregir", según Peinado, pero "ha llegado la hora de racionalizar el crecimiento con el nuevo Plan General".

Todos los partidos coinciden en situar en las 200.000 personas la población que debe fijar el próximo Plan General, aunque discrepan notablemente en la forma. PSOE e IU proponen la construcción de 4.500 viviendas, 3.300 de ellas protegidas, en los nuevos desarrollos urbanísticos. Ambos partidos se oponen a la construcción de más chalés en el municipio y acusan el PP de querer incluir 1.000 en el Plan General. "Es un tipo de vivienda que necesita mucho espacio y otros recursos", señala el candidato de IU. Sin embargo, Bartolomé González, del PP, no quiere "entorpecer la llegada al municipio de ninguna persona que desee vivir en Alcalá".

La red de autobuses urbanos mantiene una estructura radial, lo que obliga a muchos vecinos a pasar por el Centro aunque no quieran. Otra laguna que padecen los vecinos es la mala comunicación de Alcalá con la zona al norte de la N-II, aeropuerto incluido. Lo mismo sucede con el transporte privado, obligado a cruzar el Centro para llegar de un extremo a otro de la ciudad.

La apuesta del PSOE para los próximos años pasa por la construcción de anillos que, a forma de circunvalación, descongestionen el casco histórico. Esta medida y la redefinición de la red urbana de autobuses con un nuevo Estudio Integral del Tráfico, debe permitir "un nuevo modelo circulatorio que supere el viejo esquema del tráfico sólo planteado en términos del coche privado", afirma el socialista. Éste se inclina por un centro más peatonal, con menos tráfico privado y más transporte público.

El PP plantea un modelo distinto. Una de las propuestas más importantes de su programa pasa por la construcción bajo la plaza de Cervantes de un gran aparcamiento de 700 plazas y el soterramiento del tráfico que ahora pasa por la mayor plaza del centro histórico. El proyecto costaría unos 15 millones, según González. El plazo de construcción no superaría los 18 meses.

Alcalá ha duplicado en unos pocos años el número de coches en sus calles, lo que ha convertido el aparcamiento en otro de los temas estrellas. El equipo de gobierno municipal presume del Plan de Aparcamiento en marcha, que tiene previsto construir 40 nuevos estacionamientos en ocho años. En total, la oferta prevista es de 20.000 plazas.

Todos los partidos se comprometen con los vecinos a amplios programas destinados al mundo de la cultura y el turismo, que juntos forman una de las principales fuentes de ingresos del municipio. En 2002, Alcalá atrajo con su patrimonio y con sus actividades culturales, muchas de ellas vinculadas a su hijo más conocido, Miguel de Cervantes, a 340.000 visitantes.

El PSOE quiere utilizar el cuarto centenario de la publicación de El Quijote para desarrollar un amplio programa de actividades que "proyectará la ciudad en todo el mundo", asegura en su programa. Asimismo, en los próximos cuatro años ha prometido construir el Museo de la Lengua, en el antiguo Palacio de los Casado, y el Museo de Humor Gráfico, este último en colaboración con la Universidad de Alcalá.

IU coincide en las principales propuestas de los socialistas, pero a ellas añade la creación de la Escuela Municipal de Música y la creación de la Casa Manuel Azaña, que con un museo, una biblioteca, una cátedra y becas de investigación sirva para extender el legado del histórico político.