Amaral recrea en teatros su repertorio en una clave más acústica
El dúo actúa hoy y mañana en Madrid
Eva Amaral (Zaragoza, 1973) y Juan Aguirre (Bilbao, 1969) tienen motivos para sentirse satisfechos. En apenas año y medio han obtenido cinco premios de la Música, un Ondas, otro MTV, el de mejor álbum de El País de las Tentaciones... Todo ello con una liquidación de su tercer disco, Estrella de mar, de más de medio millón de copias. El dúo Amaral se halla ahora inmerso en una gira por teatros con casi cuarenta actuaciones en una clave más acústica. Esta noche y mañana actuarán en el Palacio de Congresos de Madrid.
Para Amaral, es difícil encontrar una explicación a un éxito tan desatado. Eva supone que la causa estriba "en las letras de las canciones, con las que la gente se siente identificada. Sin embargo, entre el público que viene a vernos hay desde niños pequeños hasta gente muy mayor". Sea como fuere, el reconocimiento masivo obtenido por canciones como Sin ti no soy nada, Moriría por vos, Rosa de la paz o Toda la noche en la calle ha añadido un punto de madurez a una pareja artística que tiene las cosas muy claras y no pierde de vista que lo que más les importa de todo es siempre la música: "A los dos nos siguen interesando las melodías y ahora estamos volviendo a influencias muy primitivas. Antes nos atraían músicas más sofisticadas, pero en este momento creo que nos llaman más la atención músicas más crudas, como el rock and roll de los años cincuenta o el folk. Es decir, músicas más tocadas y menos programadas".
Así, en esta gira por teatros, el dúo ha vuelto "a las raíces más folkies de nuestras canciones, que están ahí, aunque no sean tan evidentes como las eléctricas. Llevamos un violonchelo, una guitarra acústica, una mandola... También llevamos proyecciones en el ciclorama del escenario".
"Los dos hemos sentido la necesidad de volver a conectar lo que nos puso aquí en Madrid", señala Juan, "porque, aunque no tendría por qué, la industria de la música es muchísimas veces incompatible con lo esencial de la música. Por eso nos da pánico que la promoción o la sobreexposición del disco nos aleje de nuestro sitio natural". Ahora más que nunca el grupo vuelve a las cosas "que nos trajeron hasta aquí con sólo una guitarra. Seguimos flipando con discos y canciones de otra gente. Ése es el auténtico motor para que queramos seguir haciendo música, grabar discos, tocar ante la gente...".
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