Gurpegui llora su indignación

"Quiero ratificar mi inocencia y mi total confianza en los servicios médicos del club. Estoy sorprendido e indignado con la incompetencia que ha demostrado desde el primer momento el Comité de Competición". Tras muchos meses de silencio o declaraciones diplomáticas tendentes a no enturbiar el proceso, por prescripción del gabinete jurídico, Carlos Gurpegui, el jugador del Athletic sancionado con dos años de suspensión por dopaje de 19-norandrosterona en el primer partido de Liga, decidió ayer volcar en público su estado de ánimo. Gurpegui no aguantó más y lloró, su voz se entrecortó en un esfuerzo para mantener el tipo en la conferencia de prensa ofrecida en las instalaciones de Lezama, acompañado por Sabino Padilla, médico del club, y por Andoni Zubizarreta, director deportivo.

Gurpegui agradeció las muestras de ánimo recibidas dentro y fuera del entorno del club. El gesto de sus compañeros, que el sabado salieron a San Mamés con su camiseta, exhibiendo su apoyo colectivo sin fisuras. Y también las del público. Entre ellas recordó las de alguien que en un momento dado del proceso le dijo: "Hay que tener huevos para aguantar lo que tú has aguantado y jugar en las condiciones que has jugado". Eso le reconfortó, pero inmediatamente le vino a la memoria la situación por la que está atravesando su familia: "Mi familia y yo estamos consternados, ha sido un mazazo muy duro, pero estoy convencido de que al final todo saldrá bien, aunque los comités no hacen caso a nada. Sin embargo, tengo la esperanza de que tengan sentido común y todo acabe bien", afirmó mientras contenía las lágrimas.

Gurpegui se ha mordido la lengua mucho tiempo y ayer dejó salir algunas de sus impresiones largamente meditadas. La plantilla se mostraba últimamente extrañada de su entereza y los responsables del club advertían mayor desmoronamiento en la familia y su entorno que en el jugador, pero la materialización de la sanción ha hecho mella en este futbolista que disputa su primer año como profesional y se ha visto envuelto en un conflicto sin parangón en el fútbol español.

A su lado, Sabino Padilla cargó contra el CSD, a quien acusó de "tener voluntad de castigar, no de investigar", y Andoni Zubizarreta, director deportivo del Athletic, que reconoció la apuesta del club por agotar todas las instancias, incluida la justicia ordinaria, algo que tampoco rechazó el futbolista, empeñado en reclamar su inocencia.