La cultura demanda medios y más apuesta por lo autóctono
Artistas y especialistas cuestionan los criterios de los responsables municipales a la hora de diseñar su oferta
"En Andalucía no valoramos el producto autóctono", se queja el presidente de la Asociación de Compañías de Teatro de Andalucía (ACTA), José María Roca, que resalta las dificultades de las compañías de teatro y danza para llevar sus montajes a los grandes escenarios. "En los últimos 20 años, Andalucía ha sido la comunidad donde más teatros se han restaurado o construido, pero es difícil que en su programación entren grupos andaluces", dice.
El conservadurismo de los programadores municipales, la inexistencia de diálogo entre administraciones y la falta de una apuesta por los artistas locales son, a su juicio, los factores que hacen que los montajes escénicos andaluces sean a menudo aplaudidos fuera antes que en casa. "El circuito andaluz de teatro es una iniciativa interesante, pero desaprovechada por los rifirrafes políticos. Málaga, por ejemplo, no ha llevado una sola obra del Centro Andaluz de Teatro al Cervantes. En otros casos, como en Sevilla, el problema es el populismo. Se prima la cantidad sobre la calidad", añade.
El Defensor del Pueblo Andaluz denunció en 2002 la "precariedad" de las bibliotecas
"Nosotros no pretendemos que cualquier montaje vaya a un gran teatro, sino tener al menos alguna presencia, algún diálogo. En Córdoba el Ayuntamiento ha hecho una buena labor en el sentido de arriesgarse con una programación novedosa", explica.
Las reclamaciones de los músicos son similares. Perico Ramírez, componente del mítico grupo Tabletom y profesor de Guitarra Clásica en el Conservatorio de Málaga, ha tenido que esperar 25 años para actuar en la sala pequeña del Teatro Cervantes. "Sobre todo hace falta que los programadores municipales tengan criterio y estén al cabo de la calle en lo que a música se refiere. Eso les permitiría asumir riesgos y ser los primeros en lanzar a los talentos locales", dice.
A falta de circuitos municipales en los que integrarse, las salas de conciertos privadas son una buena opción para los grupos autóctonos. "En Granada, Almería y Córdoba existen salas estupendas", señala Ramírez, que extiende el sentimiento de discriminación a la música clásica. "Ahí también existen muchas dificultades. Se reverencia lo de fuera y se ignora lo de aquí. Es cierto que los músicos de Europa del Este son magníficos, pero en guitarra o flauta nuestro nivel es excepcional", reivindica.
En arte, pese a que la infraestructura se ha potenciado en los últimos años, se encuentran las mismas dificultades. La imposibilidad de alcanzar un diálogo con los políticos municipales que permita el lanzamiento de los artistas autóctonos y la supervivencia de las galerías desespera a Fernando Roldán, secretario de la Asociación de Galerías Andaluzas de Arte Contemporáneo.
"Las galerías no son meros negocios. Tenemos una función cultural clarísima. Ponemos a disposición del público espacios de acceso gratuito para contemplar arte. Somos los rastreadores de talentos locales, hacemos esfuerzos tremendos para mantenernos y nos encontramos absolutamente abandonados", denuncia. "Al no existir en Andalucía una tradición de coleccionismo, sería necesario articular un sistema como el catalán, donde las administraciones promocionan a los artistas locales y a las galerías a través de la compra de obras. Es una pena que no se haga un esfuerzo, aunque confío en que al final habrá diálogo", agrega.
Una parte de la infraestructura cultural cuya gestión corresponde a las corporaciones locales son los museos y bibliotecas municipales. En el terreno museístico, el especialista José Ramón López cree que se han hecho grandes avances. "En conjunto la infraestructura museística supera a la de otras comunidades, pero no hay que olvidar que para que un museo cumpla su función hay que contratar al personal adecuado para gestionarlo", advierte.
El Informe del Defensor del Pueblo Andaluz sobre Bibliotecas Públicas denunciaba en 2002 la "precariedad" de las bibliotecas municipales, incluso en núcleos grandes, por la "falta de voluntad de los responsables políticos". El número de libros por habitante en las bibliotecas municipales es revelador. Córdoba, con 1,14 volumenes, está en cabeza, y Málaga, con 0,60, en cola.
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