_
_
_
_
_
Columna
Artículos estrictamente de opinión que responden al estilo propio del autor. Estos textos de opinión han de basarse en datos verificados y ser respetuosos con las personas aunque se critiquen sus actos. Todas las columnas de opinión de personas ajenas a la Redacción de EL PAÍS llevarán, tras la última línea, un pie de autor —por conocido que éste sea— donde se indique el cargo, título, militancia política (en su caso) u ocupación principal, o la que esté o estuvo relacionada con el tema abordado

Trabalenguas electorales

Parece una campaña pero es un paté. En realidad un pre-paté, el prepaté de campaña. Tirios, troyanos, escitas y neolíticos andan llenando planas y telediarios sin darnos tregua para asimilar la mitad y eso que todavía faltan las vallas publicitarias, las cuñas radiofónicas y esos coches que en vez de anunciar helados te dejan ídem con sus musiquillas y sus eslóganes de feria. Está la atmósfera tan saturada de mensajes que no sólo producen alergias y sarpullidos sino que los mensajes acaban por contagiarse entre ellos. Después de haber oído hablar tanto de la construcción nacional no resulta raro que Zapatero cambie sus zapatos por la llana y la paleta y hecho una flor de andamio le proponga al PP lo de que hay que construir un muro contra Ibarretxe. O su plan, ¿acaso no son la misma cosa? Pero es que el mismísimo Arenas, también da la de cal cuando le pide a Zapatero que resuelva las grietas de Odón y Zapatero. Hombre, dada su constitución uno hubiera dicho que Elorza se parece más a un hueco redondo y lirondo mientras que Maragall tiene más bien cara de telaraña, por salvar los símiles albañiles, aunque más bien supongan dos golondrinos, por aquello de que no hacen verano.

Cuando Arzalluz no habla ni siquiera haciendo de ventrílocuo del tentetieso llamado plan, digo Ibarretxe, éste parece casi razonable. Así, ha emitido una reflexión digna de filósofo, de filósofo de la naturaleza o, como quien dice, de filosofía agropecuaria porque ahora todo tiene su filosofía, hasta el Hotel Glamour: "Estamos debatiendo como bestias y no como personas y como sigamos así no sé dónde vamos a llegar". Eso de debatir como bestias, y ahí tiene razón el lehendakari, sólo puede ser bueno para los defensores de los derechos de los animales y, en general, para todos cuantos les dotan de cualidades humanas, como hace sin darse cuenta nuestro propio lehendakari al atribuir a las bestias disposiciones para debatir. Sólo que aunque se debatiera como energúmenos, como sorbonitas -pregúntenle a Gargantúa- o bizantinos no habría nada malo en ello, porque es propio de humanos y, sobre todo, de humanos razonables, debatir, o sea, estrujar las ideas, mirarlas por el haz, el envés y las costuras, intercambiarlas, rechazarlas por otras mejores. Lo poco sensato es el insulto, la descalificación y el negar al adversario la posibilidad de expresarse. También el invitar al diálogo hasta el amanecer sólo para que el otro escuche y acepte las ideas propias, digo el Plan.

Quienes se llevan en eso también la palma acaban de introducir un elemento nuevo en el debate. En el único debate que les interesa, evidentemente, y, que por ende, debe interesarnos a todos los... mortales. Por si no nos habíamos percatado de las enormes diferencias que hay entre AuB y la antigua Batasuna, Otegi, haciendo un gigantesco esfuerzo de distanciamiento para que no le vinculen con la cosa recién estrenada y, por consiguiente, a ésta con aquélla, nos remite al mandamiento séptimo de un decálogo propio que han escrito y que, por supuesto, no remite al antiguo no robarás, sino a algo ya que no muy distinto al menos más complejo: "Ni la utilización inquisitorial de determinados conceptos ni la contextualización de las acciones armadas de ETA en torno a la existencia del contencioso político vasco se han demostrado suficientes para la efectiva resolución del mismo". ¿Lo han cazado? El que suscribe tampoco, por eso afirmé que el punto de marras no estaba muy lejos del robar ya que en AuB se han limitado a sustraer una idea clara y distinta, la del no a ETA, para poner en su lugar contextos y galimatías. Actividad ésta, digo la de dar gato por liebre, en la que son maestros tal y como parece corroborarlo la operación del juez Garzón contra una cosa que parecía una reunión de munícipes y era, por orden de ETA y un primer consentimiento de los firmantes de Lizarra, la primera concreción de un contrapoder que acabó por asustar a quienes en principio lo habían apoyado y luego lo repudiaron. ¿Por qué PNV y EA se escandalizan ahora y sacan la cara a quienes ni están por debatir ni por alejarse, qué bestialidad, de la Bestia?

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_