España se suma al festejo
La selección encuentra en el colorido forastero de las gradas el motivo para meterse en el partido y recrearse ante Ecuador
Morientes confirma que su hábitat es la selección, de donde ya no debe moverse Xabi Alonso
Como Ecuador, que le dio un sentido a un partido que aparentemente no lo tenía por ningún lado. En España, este tipo de encuentros con nada en juego, no se soportan. Ni los aguantan los clubes ni los celebran los seguidores. Y menos a la temperatura que se vive la temporada por estas fechas. Pero Ecuador fue distinto. Convocó a su gente y se dejó la vida por corresponderla, por no alejarla de su estado de excitación. Y España encontró precisamente en ese ambiente el motivo para meterse también de lleno en el partido. Para jugar, gustarse y ganar. Y así, de todos los inservibles amistosos que castigan a menudo el calendario, éste, siempre lejos del tostón, siempre en estado de fiesta, resultó una bendición.
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