Llamazares 'agradece' la insistencia de Aznar en dar protagonismo a Izquierda Unida en la campaña
La dirección de Izquierda Unida se mueve entre la sorpresa y la satisfacción por el camino que parece tomar la campaña electoral. Es el presidente del Gobierno, José María Aznar, quien lo marca, y de momento ha convertido a la federación de izquierdas en el centro de sus ataques más furibundos.
En contra de lo que pudiera parecer, IU cree que eso le beneficia e incluso agradece esta estrategia del PP. "Mientras siga así, estamos muy cómodos", explica su coordinador general, Gaspar Llamazares. "No sólo porque nos convierte en protagonistas y demuestra cada día que pintamos, que nuestra labor de oposición le hace daño. Además está dando la imagen de una derecha clásica, desabrida, crispada: nuestro enemigo natural".
Ni Llamazares ni otros dirigentes encuentran una explicación clara para esta estrategia de Aznar. Por eso presumen que el PP dispone de unos datos desconocidos que le hace pensar que sólo con estos discursos agresivos puede evitar que una parte de su electorado gire hacia el PSOE.
La dirección de IU está sin embargo convencida de que la clave de las elecciones estará en la movilización del voto de la izquierda. El mismo que se quedó en casa en 2000 y permitió que el PP se alzara con la mayoría absoluta. Los votantes de IU, al menos la mitad, ya se habían quedado en casa en 1999, el primer gran descalabro, todavía con Julio Anguita como coordinador general.
Por eso esta actitud de Aznar, que según Llamazares moviliza más si cabe el voto de la izquierda, es muy bien acogida en IU. Entre otras cosas, recuerda Llamazares, los votantes tanto del PSOE como de IU ya saben lo que es un pacto entre ambos, porque han gobernado juntos en dos comunidades y 172 ayuntamientos, entre ellos siete capitales de provincia. Nadie creerá entonces ese "discurso catastrofista y lenguaje apocalíptico" del PP frente al pacto poselectoral PSOE-IU.
Llamazares recuerda que Aznar está olvidándose de la imagen centrista que quiso promover en su primera legislatura, y está renunciando a una "cultura tradicional del centro político español, que reconoció el papel del comunismo en la lucha contra el franquismo y nunca lo demonizó". Si la campaña sigue así, IU ya tiene claro cuál es su discurso: "No tenemos rabo ni cuernos, y no estamos solos, como Aznar", ironiza Llamazares.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.