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Crónica:FÚTBOL | 29ª jornada de Liga
Crónica
Texto informativo con interpretación

El Valencia recupera su orgullo

El equipo de Benítez vence con diez hombres a Osasuna en un gran partido de Aimar

El Valencia recuperó el orgullo para espantar la crisis y las adversidades. Ese mismo orgullo que el año pasado le hizo campeón de Liga le sirvió esta vez para superar a Osasuna pese a actuar todo el encuentro con un hombre menos. Bien, eso y que Aimar, con el partido roto y en posición más retrasada, dictó una lección de fútbol. También porque Osasuna lo perdonó todo unas veces y en otras Cañizares estuvo excelso. El más generoso con la hinchada local fue Moha, que disparó fuera a última hora cuando ante sí sólo había portería.

No había trascurrido ni un minuto cuando el Pipa Gancedo aprovechó que el Valencia estrenaba pareja de centrales (Djukic y Marchena) para partirla en dos. El argentino metió un sutil pase de cuchara que rompía el fuera de juego y dejaba solo a Aloisi ante Cañizares. Marchena, que venía de muy atrás, se tropezó, voluntaria o involuntariamente, y arrastró a Aloisi en la caída. El árbitro fue muy decidido y señaló penalti y expulsión. Luego, sin embargo, le entraron las dudas y sacó la falta fuera del área tras consultar con su asistente. Esta acción marcaría el partido y le daría la noche a Marchena, cuya frustración, ayer, no tendría consuelo. Porque, ¿qué siente un futbolista cuando lo expulsan en el minuto 1? Toda la semana preparándose para esto.

VALENCIA 1 - OSASUNA 0

Valencia: Cañizares; Réveillère, Djukic, Marchena, Fabio Aurelio; Rufete, Albelda, Aimar, Vicente (Carboni, m. 86); Sánchez (Navarro, m. 17) y Mista (Angulo, m. 55).

Osasuna: Sanzol; Josetxo, Mateo (Rivero, m. 45), Cruchaga, Antonio López; Valdo, García (Iván Rosado, m. 45), Puñal, Manfredini (Moha, m. 60); Pipa Gancedo; y Aloisi.

Goles: 1-0. M. 8. Centro desde la derecha de Sánchez que remata a gol de primeras Mista en el primer palo.

Árbitro: Rodríguez Santiago. Expulsó a Marchena (m. 1) con roja directa por una entrada por detrás a Aloisi, que tenía una ocasión manifiesta de gol. Amonestó a Albelda, García, Rivero, Vicente y Cruchaga.

Unos 30.000 espectadores en Mestalla.

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El Valencia jugó picado tras la expulsión, con esa solidaridad a la que se agarra un equipo cuando se siente maltratado por las circunstancias. Soltó unos cuantos latigazos y, de uno de ellos, se puso por delante. El mérito hay que atribuírselo sobre todo a Sánchez, que se fue a un par de metros del banderín de córner para sacar un centro estupendo. Lo remató Mista, que tocó de primeras a gol, con clase. En tiempos de sequía, estos dos, Sánchez y Mista, son los que más instinto goleador tienen de la plantilla. De largo. A Sánchez, en cambio, la noche le reservaba una mala pasada. Benítez lo envió a la ducha (m. 17) para que el joven Navarro reforzara la defensa. El delantero valenciano tiene motivos para sentirse injustamente tratado por los entrenadores, porque su rendimiento no se corresponde con los minutos de juego.

Osasuna elaboró con paciencia y abrió el campo, como mandan los cánones cuando uno tiene superioridad numérica, pensando que tarde o temprano, acabaría imponiéndose. Pero tuvo oportunidades de todos los colores y las dilapidó. Otro magistral envío de Gancedo dejó solo esta vez a Valdo, jugador de cierta semejanza física con Henry que tembló ante Cañizares. Con un Albelda inmenso en la recuperación, el cuadro de Benítez volcó todo su fútbol por la izquierda, en la que el genial Aimar se encontró con que Fabio Aurelio hablaba el mismo lenguaje. Con espacios, Aimar es un jugador fascinante: ayer dejó fritos con sus cambios de ritmo a los jugadores rojillos. Aguirre tiró con todo: fue retirando defensas y dando entrada a delanteros. Pero Osasuna siguió apagado en los últimos metros. Llegó con más claridad el Valencia, impulsado por la frescura mental de Aimar. El ritmo fue frenético y Mestalla, después de mucho tiempo, disfrutó del carácter de su equipo.

Mista se abraza a su compañero Réveillèretras marcar.
Mista se abraza a su compañero Réveillèretras marcar.CARLES FRANCESC

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