Por la cooperación, la interculturalidad y la paz

Del 2 al 5 de abril ha tenido lugar en la Comunidad Valenciana un encuentro entre 18 universidades de Latinoamérica y las universidades valencianas para fortalecer los vínculos y la comunicación entre ellas en el ámbito de la cooperación intrauniversitaria para el desarrollo. Convocados por la Agencia Valenciana de Cooperación y el Comité Interuniversitario, hemos abierto un espacio de colaboración basada en la igualdad y la reciprocidad.

1.-Los profundos cambios que ha experimentado la realidad mundial obligan a crear redes de solidaridad entre los pueblos y entre las universidades. Hemos creado el marco para canalizar la cooperación y encauzar las energías solidarias, que nacen en el interior de nuestras universidades. Basados en los principios de igualdad y reciprocidad nos hemos propuesto impulsar el intercambio entre nuestras universidades, con el fin de facilitar los intercambios entre jóvenes y profesores, sensibilizar a nuestras comunidades universitarias, favorecer el intercambio de información sobre cooperación y la interdependencia Norte-Sur, la formación mediante la incorporación de nuevas tecnologías, proponer líneas posibles de investigación articular el sistema de becas.

"La guerra debilita los valores de nuestra civilización que transmitimos a diario"

La realidad actual de la cooperación al desarrollo y la emergencia de nuevas tecnologías ha creado nuevas oportunidades para las relaciones entre las universidades, que van más allá del trasvase de recursos del Norte al Sur. Cada vez más la cooperación internacional dejará de ser un simple "proveedor de recursos" y no limitará su acción a la gestión de pequeños proyectos de impacto limitado. En su lugar se vincularán en proyectos de intercambio con sus iguales del Sur, promoviendo consorcios que posibiliten el conocimiento directo y la solidaridad horizontal y mutua, crearán puentes entre los países y fomentarán las relaciones de intercambio en el ámbito del capital humano. La cooperación es un viaje de ida y vuelta si en realidad quiere caminar hacia un desarrollo humano que amplíe las capacidades y el ejercicio de las oportunidades desde la reciprocidad y el respecto.

2.- Nuestro encuentro no ha podido ser ajeno a la situación que vive la humanidad con motivo de la guerra de Irak. Como institución universitaria no podemos olvidar nuestra vocación de diálogo, debate y acuerdo, por eso estamos domiciliados en la razón, que consiente mal la violencia, la fuerza y la imposición. La guerra, como expresión suprema de la fuerza, es nuestro fracaso y significa la irrupción de la irracionalidad y un paso atrás en la historia del mundo globalizado que emrrge en el umbral del siglo XXI. Como institución educativa nos esforzamos en resolver los conflictos por vía pacífica y nunca desistimos en la defensa de la paz a través de la justicia y de la equidad. La guerra, cualquiera que sea su justificación, debilita los valores de nuestra civilización que transmitimos a diario en nuestras tareas educativas. Como universidades latinoamericanas, somos especialmente sensibles a los desgarros personales y colectivos, que producen los conflictos y las guerras, ya que recién hemos sufrido en nuestras carnes sus heridas, que no se han cicatrizado del todo. Con las guerras se acumulan odios y humillaciones, se despierta lo peor de cada persona y se fragiliza el capital social de la confianza colectiva y el civismo. Estamos, por ello, impelidos a buscar salidas pacíficas al actual conflicto. Ratificamos el deseo popular de la paz y nos unimos a todos aquellos que quieren en las actuales circunstancias crear alternativas tanto a las dictaduras como a las guerras.

3.- Como representantes de comunidades universitarias de países latinoamericanos y en cercanía con las personas que emigraron de nuestros países, entre ellos un gran contigente de estudiantes que se formaron en nuestras aulas, queremos enviarles un mensaje de apoyo a los que encontraron lo que buscaban y a los que se sintieron defraudados al término de su gran viaje. Las lágrimas de los emigrantes nos merecen un gran respeto, escucha, apoyo y aliento.

Como proyecto de civilización, las inmigraciones anuncian un nuevo estado de la conciencia colectiva, que requiere nuevos dispositivos culturales y políticos. Emerge una ciudadanía mundial que requiere instituciones educativas que la faciliten.

Como ha escrito uno de nuestros pensadores, "somos griegos e íberos, romanos y judíos, árabes, cristianos y gitanos. En nosotros se han encontrado múltiples culturas, somos un peaje de incorporación y no de exclusión, somos herencias mestizas. Cuando excluimos, nos traicionamos y empobrecemos, cuando incluimos nos enriquecemos y nos encontramos nosotros mismos".

Al reconocer el origen mestizo de nuestros pueblos queremos expresar las oportunidades que encierra la inmigración de un proyecto de sociedad abierta, para el diálogo cultural, para el encuentro entre civilizaciones. No es un atentado a la identidad de los pueblos, sino una forma de ser humano que ve en el encuentro y en la diversidad la riqueza de lo humano.

4.- En el contexto de la acelerada globalización que vivimos nos parece necesario desarrollar un proceso de afirmación de nuestra común identidad, en el cual la institución universitaria tiene un papel primordial a desarrollar. Nuestra herencia mestiza puede y debe aportar lo suyo a la constitución de una cultura de paz y respeto de los derechos humanos y al desarrollo de una ciudadanía global. Desde nuestra especificidad, desde nuestra historia y desde nuestra cultura, las universidades aquí reunidas nos comprometemos a aportar lo mejor de cada cual en el intercambio de saberes para la cooperación interuniversitaria, que aporte a la construcción una cultura de la paz y de no violencia, donde la identidad de cada pueblo sea respetada, donde los derechos de todos los seres humanos puedan ser efectivamente ejercidos y donde la medida de todas las cosas sea la dignidad de la vida humana.

Antonio Elizalde es rector de la Universidad Bolivariana de Chile. Suscriben también el manifiesto los rectores de las universidades de Valencia, Alicante, Politécnica de Valencia, Miguel Hernández, Jaume I, Cardenal Herrera, Nacional de Lomas de Zamora (Argentina), Santo Tomás de Aquino (Colombia), San Nicolás de Hidalgo (México), José Simeón Cañas (El Salvador), Camagüey (Cuba), UNED de Costa Rica, Nacional de Misiones (Argentina), Nacional de Cajamarca (Perú), Politécnica de Nicaragua, Agraria de La Habana, Cuenca-Ecuador, Oriente (Cuba), Santander-UDES (Colombia), El Salvador, Nuestra Señora de la Paz (Bolivia), Nacional Autónoma de México, Rafael Landivar (Guatemala), Nacional Autónoma de Honduras, de los Andes (Venezuela).