Contra la guerra, la imaginación
Los estudiantes devuelven un jamón a El Corte Inglés y simbolizan su protesta con cortes de pelo, batallas de cojines y bombardeos simulados
Las manifestaciones de los jóvenes contra la guerra de Irak no cesan. Para el próximo miércoles han convocado la quinta, pero las acciones de este colectivo van mucho más allá y destacan por su imaginación.
Ayer, una treintena de jóvenes se instalaron con sillas, mesas, megáfonos y octavillas frente al El Corte Inglés de la plaza de Catalunya, donde organizaron una jornada de boicoteo contra empresas y negocios "que participan directa o indirectamente en la guerra vendiendo material a los gobiernos culpables, como el de Aznar", según señaló Marcos Castellanos, uno de los jóvenes participantes. La acción consistió en entregar al establecimiento un jamón, una semana después de que un grupo de menores asaltaran el centro y robaran precisamente este producto. Y también subrayaron el carácter pacifista de las movilizaciones contra la guerra y rechazaron las acciones incívicas como las ocurridas en este centro comercial el pasado 26 de marzo. "Yo no estoy nada de acuerdo, porque el jamón no nos lo llevamos nosotros y porque además es ridículo obsesionarse con esto con la que está cayendo en Bagdad", explicó Ana Serrano otra de las participantes, "pero así se decidió en una asamblea y aquí estamos".
Por la noche, en el Pla de Palau, a las puertas de la Delegación del Gobierno, cinco peluqueros cortaron la melena a numerosos voluntarios bajo el lema Para que nos tomen el pelo, ya nos lo cortamos nosotros.
Los estudiantes no se limitan a las habituales acciones de protesta, como las manifestaciones o la huelga, para hacer oír su voz: hace una semana sacaron a la calle las pizarras y los ajados bancos de las aulas de la Universidad de Barcelona para dar clases al aire libre; el pasado martes se disfrazaron de heridos durante una videoconferencia de Alberto Fernández Díaz, candidato del PP a la alcaldía de Barcelona, que sólo duró cinco minutos, y hace dos días, otro grupo bombardeó una maqueta de 64 metros cuadrados que reproducía Barcelona.
"Pensamos acciones que sean operativas, realistas y visuales, en las que puedan participar todos los ciudadanos que quieran y que, a la vez, interesen a los medios, porque si no olvidaríais pronto que seguimos protestando contra la guerra", explicaba ayer Roser Blasco en el Pla de Palau.
Y para la próxima semana, la movilización en Barcelona continúa: batalla de cojines frente a la sede del BBVA de la plaza de Catalunya, comidas saludables frente a establecimientos de McDonald's y Kentucky Fried Chicken y bicicletadas junto a las gasolineras. "La verdad es que le ponemos imaginación, le echamos tiempo para pensar y nos organizamos como podemos", concluyó Blasco.
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