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EL ENREDO
Columna
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No tan brutos

Esto de la guerra

parece cosa de brutos, pero está muy bien pensado: ya se adjudican contratos para la reconstrucción de Irak. Es como si Jack el Destripador hubiera formado tándem con un cirujano.

- Vaya destrozo. La reconstrucción le va a salir por un pico, ¿eh?, pero no se apure que en quince días viene un gabinete de asistencia psicológica. Son los españoles, en misión humanitaria.

A lo mejor nos cae algo en la reconstrucción de Irak. El AVE Bagdad-Basora, para que se luzca Francisco Álvarez Cascos. Experiencia en poner raíles sobre socavones no le falta, y le convendría cambiar de aires. También él ha cancelado inauguraciones por temor a una lluvia de huevos. O de piedras.

En el concurso 'Disparates de morirse', Palacio destaca con tres frases que tumbarían a cualquier ministro de Exteriores del mundo

Yo también creo que Zapatero debería haber salido como una flecha desde el minuto cero a proclamar que no hay que tirar piedras. No porque sea el responsable, sino porque alguien tiene que poner sentido común cuando el Gobierno desbarra y Jordi Pujol, que es el encargado habitual, está distraído. Zapatero lo hizo el miércoles, en el Congreso. Dijo muy seriecito y solemne que no se debe tirar piedras, ni huevos, ni gritar a nadie. Los del PP, con el cabreo que llevan, se pusieron a gritarle, y Ánsar no le tiró huevos porque sólo llevaba los suyos. "Tras Zapatero Pactista y Zapatero Callejero, ahora Zapatero Estadista; tiene más vestiditos que la Nancy", protestan los del PP, un poco enfadados porque su emperador se pasea en bolas y hasta el gato se da cuenta.

Poner sentido común también es labor de los políticos, aunque Iñaki Anasagasti se lo exija al Rey. ¡Como si el Rey no tuviera otra cosa que hacer! Y cómo será el vacío que ha dejado Ánsar con su jugada maestra de política internacional para que las miradas se dirijan al Rey. Zapatero fue a verle y le habló ¡durante hora y media! Lo mejor de la ONU es que los países disponen de siete minutos para decir lo que piensan sobre una guerra mundial. En España, con siete minutos nadie tiene ni para empezar, salvo Ana Botella, que con una frase lo dice todo.

Hagamos justicia. En el concurso Disparates de morirse, Ana Palacio destaca esta semana con tres frases que por sí solas tumbarían a cualquier ministro de Exteriores del mundo: "Ya se ven beneficios de la guerra: baja la gasolina". "El vuelo de los B-52 sobre España es un bulo, aunque no lo sé". "Cada vez hay menos manifestantes contra la guerra porque el Gobierno se va explicando mejor". ¡Magnífica Palacio! Pero yo siento debilidad por la gran Botella: "El Papa y yo queremos la paz, aunque discrepamos en la metodología". Federico Trillo es otro fenómeno. Le preguntan si los B-52 repostan sobre España y contesta: "A lo mejor sí, a lo mejor no".

Ánsar es un presidente zombi y sus ministros corretean por el telediario como pollos descabezados. Me pregunto si Ánsar sabe que es un zombi o si le pasa como a Nicole Kidman en Los otros, y sigue preguntándose qué está pasando. Total, sólo por ir a la guerra con el 91% de la ciudadanía en contra, y por unos pocos engaños y mentiras. La gente, en España... es que tiene muy mal carácter.

MATT

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