"Poco fútbol va a haber"

"Poco fútbol va a haber". Los jugadores de la selección española lo tienen muy claro. El de Kiev, por el campo que se temen y el frío que se imaginan, será un encuentro especial: para afrontarlo y ganarlo por una ruta diferente a la habitual. Un partido poco dado al toque y las florituras, más áspero y brusco, sin estética, la repetición del aún reciente Lokomotiv-Real Madrid, de la Liga de Campeones, en Moscú.

""Habrá que buscar un juego más directo y, sobre todo, de menos riesgos", dice Joaquín. "Lo malo", añade, "es que, sin fútbol, nosotros no sabemos jugar. Va a ser complicado".

Casillas, al que, pese a su condición de portero, también le torturan los malos terrenos, se une a la tesis: "No va a ser bonito, no. Vamos a tener que hacer cosas que no son las nuestras. Y para mí también es incómodo. Las ocasiones del rival te vienen raras, el balón bota mal, no sabes qué tacos usar, las cesiones de los compañeros son comprometidas... Son citas que me hacen recordar cuando jugaba en la Tercera División o en la Segunda B".

Un panorama el que se avecina que se ajusta perfectamente al perfil de Albelda, un centrocampista insuperable para jugar con el traje de faena: "No, pero yo prefiero un campo bueno y una temperatura más agradable. Sí, va a ser un partido de lucha, de pelea, de muchos rebotes..., y mi trabajo se puede adaptar a él. Pero prefiero otras condiciones y que los que aparezcan sean Raúl y esta gente".

Pese a la unanimidad de los jugadores, Iñaki Sáez, que el jueves sí se unía a ese criterio, que fue quien lo extendió entre el equipo, cambió ayer el discurso de forma radical: "No creo que vaya a ser el caso. El campo va a estar bien. Lo han estado cuidando con lonas y no va a ser impedimento alguno para que podamos hacer nuestro juego".