De la rueda maciza a la alta velocidad

La creación de un Museo del Transporte en Valencia saldrá adelante después de años de titubeos. La Consejería de Obras Públicas, Urbanismo y Transportes (COPUT), ha rescatado y ampliado un proyecto que desechó en 1999. Incluso pensó en instalarlo en el Museo de la Ciencia, pero la idea no prosperó. Cuatro años después, el titular de la Coput, José Ramón García Antón, ha reformulado la propuesta.

Si los planes iniciales eran crear un museo dedicado al ferrocarril metropolitano donde exhibir la colección de maquinaria histórica patrimonio de la Generalitat, el proyecto presentado ayer con toda pompa en el Monasteri de Sant Miquel dels Reis repasará la evolución del transporte terrestre desde los Íberos hasta nuestros días y lo relacionará con el territorio.

Este complejo museístico tendrá su sede en las naves Demetrio Ribes -arquitecto que diseñó la Estación del Norte de Valencia-, ubicadas a 800 metros de la actual terminal de viajeros, en el futuro Parque Central. La COPUT encargó hace dos años a la profesora Inmaculada Aguilar la dirección del proyecto que, según García Antón, estará acabado en 2005. El presupuesto para la rehabilitación del grupo de edificios -éstos se levantaron entre 1917 y 1924- será de unos 11 millones de euros (1.800 millones de pesetas), que financiará La Generalitat. Una fundación, formada por las consejerías de Obras Públicas y de Cultura se se encargará de sacar adelante el complejo para el que se buscará el patrocinio privado. "Esta oferta cultural es nueva no sólo en España sino en Europa", dijo García Antón.

El museo se distribuirá en cuatro naves: la primera, de acogida al visitante, albergará las exposiciones temporales en un espacio de unos 250 metros cuadrados; la segunda se empleará como salón de actos y centro de conferencias y la tercera, la nave Demetrio Ribes, acogerá la muestra cronológica y una sala didáctica. Por último, el cuarto inmueble, reconocible por su cubierta dentada, acogerá la exposición temática, que repasará los grandes avances en la historia del transporte; desde la rueda maciza, hasta el tren de alta velocidad, sin olvidar el neumático o la irrupción de la energía en los medios de locomoción.

El complejo contará con un espacio al aire libre, el Jardín del Transporte, una zona verde en la que se podrán ver de cerca antiguas locomotoras, grúas y plataformas ferroviarias. También habrá una zona de despachos para la administración del museo.

Faltan fondos de exposición, pero, básicamente, el museo se articulará en torno a un itinerario interactivo, que contará con maquetas, objetos, paneles gráficos, simuladores y la colección de vehículos. El museo ofrecerá visitas opcionales a los talleres de Ferrocarrils de la Generalitat Valenciana (FGV) en Torrent (a 12 kilómetros de Valencia), un área de 6.400 metros cuadrados que albergará fondos históricos y una escuela taller especializada en la rehabilitación de vehículos antiguos; y al Espai Ferroviari Marxalenes, que impulsa el Ayuntamiento de Valencia.

Manuel Tarancón, consejero de Cultura, destacó la importancia de recuperar el patrimonio industrial valenciano, como es el proyecto de ubicar en las antiguas naves industriales de Sagunto un espacio para las artes escénicas. El consejero de Obras Públicas quiso desligar la presentación del futuro museo de las cercanas elecciones autonómicas. "Es una faena hecha para acabarla", defendió García Antón, quien para subrayar sus palabras aseguró que a mediados de abril se aprobarán los estatutos de creación de la empresa pública que gestionará el Parque Central, donde está proyectado el Museo del Transporte, y que, también en breve, saldrá a exposición pública el proyecto urbanístico.