El viaje de los comediantes
De gira por la geografía española con la más popular de las óperas de Chaikovski [Eugene Onegin], la Ópera Teatro Hélikon de Moscú ha recalado en San Sebastián, después de visitar ciudades como Cuenca, Alicante, Avilés o Gijón, entre otras. Las cartas de presentación que dejaron en las dos últimas ediciones de los festivales de Peralada y Santander han servido para disparar su prestigio mediante el boca a boca. En el tono directo, sencillo e intenso de sus espectáculos está la razón clave de su éxito entre el público español. En San Sebastián, las entradas del Kursaal se agotaron en un abrir y cerrar de ojos.
La compañía se fundó en 1990, con el sello personal de su director artístico, Dmitri Bertman, en aquel entonces de 23 años. El impacto que causó desde el palacete en que se instalaron en Moscú llevó a su reconocimiento por parte del Estado ruso en 1993. Ya ese año actuó en Suiza, Francia, Alemania y Londres. Las señas de identidad no han variado. Hélikon trata por encima de todo de innovar desde un concepto teatral y musical actual, inmediato, fresco, cogiendo el testigo de la tradición de las compañías de ópera de cámara e imprimiendo un sello de vitalidad actual.
Las condiciones de itinerancia, la búsqueda de ese espíritu de "dos actores y una manta", que decía aplicado al teatro el director José Luis Alonso, exige que las producciones del Teatro Hélikon sean fácilmente transportables. La síntesis de ideas visuales está asegurada con estas limitaciones.
Bertman resuelve con ingenio Onegin, resaltando la componente evocadora a través de retratos y cuadros. El movimiento de actores se concentra en espacios reducidos, y así, en el célebre vals de la ópera, los bailarines se ajustan a las dimensiones de una baldosa, como si aquello fuese un chotis. La definición y evolución teatral de los personajes están en el primer plano de las preferencias.
La orquesta suena estupendamente, con esa agresividad en los metales tan característica de los conjuntos musicales eslavos. La compañía de canto es efectiva, sin llegar a la brillantez. Todo está más o menos en su sitio. Y la ópera fluye con una pasmosa naturalidad.
Eugene Onegin, de P.I.Chaikovski. Ópera Teatro Hélikon de Moscú. Director de escena: Dmitri Bertman. Director musical: Yevgueni Braznik. Auditorio Kursaal, San Sebastián, 16 de marzo.
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