Jerry puso la guinda

No estaba programado, pero Jerry González, ese famoso trompetista del jazz latino que anda por España encantado con el flamenco, e incluso ha grabado un disco propio, apareció cuando ya El Cigala llevaba un rato cantando, puso la guinda de su música en tres temas y se llevó buena parte de los aplausos. La verdad es que esta trompeta está encontrando un sitio en lo jondo con rara naturalidad.

La verdad también es que Diego El Cigala cantó bien, por soleá, por tientos-tangos, y sobre todo por bulerías. Ecos camaroneros, de acuerdo, y caracoleros también, pero además su propio rajo personal, su voz rozada y tan flamenca, que Josele entiende a la perfección dándole un toque perfecto, aunque de entrada los dos estuvieran inquietos porque el sonido no acababa de estar a la medida de sus deseos.

Y en concierto Carlos Piñana, el gran guitarrista actual del levante. Muy preparado, incluso con estudios académicos, brilló en la granaína, en la taranta, en las alegrías, introduciendo a veces el cante de su hermano Curro. Cuando tocó sólo con la percusión de Lázaro tuvo una actitud demasiado pasiva y el cubano lo desbordó.