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El "no a la guerra" irrumpe en los actos de Olivas y Barberá

Las protestas contra el conflicto armado en Irak se multiplican hoy y mañana

El clamor del No a la guerra, en forma de carteles, pancartas o coreado a viva voz, se ha convertido en una pesadilla para el Partido Popular. Los populares se encuentran con ese clamor tanto en la calle como en las instituciones. Ayer por la mañana, en el pleno de las Cortes, la protesta provocó una bronca durante la comparecencia mensual del presidente del Consell. Y por la tarde la alcaldesa de Valencia también tuvo que escuchar el No a la guerra durante su intervención en un programa radiofónico. Las protestas ciudadanas arreciarán hoy con el paro de 15 minutos convocado a nivel europeo y continuarán mañana con nuevas concentraciones en contra del conflicto armado en Irak.

El ambiente ya estaba caldeado de entrada ayer por la mañana al iniciarse en las Cortes Valencianas la sesión mensual de Control al Consell (la última para el actual titular, José Luis Olivas) por la retirada del cartel con el No a la guerra que el diputado socialista Andrés Perelló había colgado del balcón de su despacho en el grupo. Había revuelo en los bancos de la oposición y la intervención de Olivas, a quien el PP había preguntado por su valoración de la concentración a favor del Plan Hidrológico Nacional (PHN) celebrada el día 2, no hizo más que atizar el fuego. Los diputados de la oposición entonaron el No a la guerra, al tiempo que golpeaban sus escaños con las manos. Desde los bancos del PP la réplica llegó con el lema Agua para todos, al que algunos de la oposición opusieron el de Paella para todos. La bronca arreció cuando el portavoz socialista, Joaquim Puig, acusó al PP de financiar "con dinero de todos las manifestaciones que son de su interés partidario", en referencia a la concentración a favor del PHN, mientras "desprecia a miles de ciudadanos que gritan contra la guerra". Para entonces, el pleno ya se le había ido de las manos a la presidenta de la Cámara, Marcela Miró. Visiblemente nerviosa, estuvo a punto de suspender el pleno, al fracasar sus repetidos intentos de frenar la bronca con peticiones de silencio y llamadas al orden a algunos diputados de la oposición, que no dejaron de provocar. El No a la guerra volvió a resurgir varias veces más durante la intervención de Olivas.

Un grito que la alcaldesa de Valencia, Rita Barberá, también tuvo que escuchar por la tarde en el Palau de la Música, donde intervino en el programa La ventana de la SER que presenta Gemma Nierga ante varios centenares de personas. El público entonó en varias ocasiones el No a la guerra, que se impuso a los aplausos con los que la clac de la alcaldesa intentó acallarlo.

Y es que No a la guerra se ha convertido en un clamor que se escucha ya en todas partes. La sociedad civil se ha movilizado en contra del conflicto armado y organizaciones de todo tipo preparan nuevos actos de protesta. Así, la Campanya Valenciana contra la Guerra ha convocado una concentración a partir de las 18.00 de este sábado en el paseo de la Alameda de Valencia. Su portavoz, Antonio Arnau, denunció ayer nula colaboración por parte del Ayuntamiento. "No van a tener nada preparado", dijo Arnau, pese a que la concentración se prevé numerosa y coincide con la plantà fallera.

El portavoz de la plataforma contra la guerra criticó también la actitud de Barberá por calificar de partidista y de utilización política de las Fallas la decisión de los concejales socialistas de colgar en la fachada consistorial una pancarta con el No a la guerra, que fue retirada por la fuerza por agentes de la Policía Local. "El No a la guerra no es partidista. El mundo fallero está en contra de la guerra porque forma parte del 95% de la población que se opone y los falleros tienen derecho a expresarse", dijo Arnau.

La Campanya Valenciana contra la Guerra pretende que la mascletà prevista para hoy en la plaza del Ayuntamiento se convierta en un acto contra la guerra y que sirva para que los valencianos digan que la única pólvora que quieren es la que se utiliza con fines festivos y lúdicos. Los miembros de esta plataforma, que agrupa a 85 entidades y colectivos, también tienen previsto participar en los 15 minutos de paro convocados para el mediodía de hoy por todos los sindicatos en el País Valenciano. La iniciativa de los sindicatos se enmarca en las directrices generales en contra la guerra marcadas por la Confederación Europea de Sindicatos, que agrupa a 71 organizaciones sindicales de 34 países europeos.

En Alicante, Castellón, Alcoi, Elche, Dénia y muchas otras localidades valencianas también se celebrarán mañana concentraciones contra la guerra, que en muchos casos serán amenizadas por grupos musicales y teatrales.

Residuos "franquistas"

"Me parece desproporcionado por parte del PP que el despliegue de una pancarta con el No a la guerra les merezca una actuación policial tan contundente. Eso es franquismo", dijo ayer el concejal socialista José Luis Ábalos un día después de que dos policías locales forcejearan con tres ediles de su partido por haber descolgado por la fachada del Ayuntamiento de Valencia un cartel contra el conflicto. Del enfrentamiento salieron contusionados tres ediles socialistas.

"Ni pactos tácitos ni nada; cuando uno está a favor de la vida no distingue las fechas del calendario", agregó el concejal Rafael Rubio, candidato del PSPV a la alcaldía, que respondía así a unas declaraciones de la alcaldesa, Rita Barberá, tras el incidente, en las que acusaba a los socialistas de instrumentalizar la fiesta fallera -los hechos se produjeron minutos antes de la mascletà-. El PSPV no denunciará el episodio. "Pero tenemos pruebas para defendernos y demostrar que quien agredió a la autoridad pública fueron ellos" dijeron.

Ábalos insistió en que no hay ninguna norma legal que considere ilícito colgar una pancarta. Y recordó que Franco fue un dictador "tan sanguinario como Sadam", aislado por la ONU. "¿Qué hubiera pasado entonces si nos hubieran enviado bombarderos a España?", se preguntó. La retirada del cartel, concluyó, "intenta silenciar la cercanía de la guerra y la negativa de los ciudadanos a ella".

La pancarta colgará del balcón del Grupo Socialista en el Consistorio hasta esta tarde, según Rubio. El equipo de gobierno ya ha enviado un escrito al PSPV para que la retire.

El concejal de Interior, Jorge Bellver, explicó que "la casa consistorial es de todos y no puede usarse con fines partidistas". Según Bellver, sólo se han desplegado dos pancartas en el Ayuntamiento, contra el terrorismo y el sida, y fue porque hubo unanimidad de todos los grupos. Bellver recordó que los agentes municipales sufrieron contusiones y dijo que los hechos se han remitido al juzgado.

Mientras, el diputado socialista en las Cortes Andrés Perelló pidió ayer al jefe de seguridad de la Cámara que investigue la retirada del cartel contra la guerra que colocó en el balcón de su despacho, efectuada en la madrugada de ayer. El diputado exigió que se le devuelva la pancarta, ya que "forma parte del patrimonio del Grupo Socialista". Pero por la tarde fue colocado otro cartel en las Cortes, esta vez en el interior de una ventana de la segunda planta recayente a la calle de Navellos.

Por otra parte, el líder del PSOE, José Luis Rodríguez Zapatero, ha anulado la visita que tenía previsto realizar hoy a Valencia con motivo de las Fallas.

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