El faraón polémico
Mido, todo un ídolo en Egipto, negocia con el Celta tras pelearse con Koeman en el Ajax
Existe mucha preocupación últimamente en las capitales de las grandes naciones occidentales por saber lo que se piensa en lo se denomina la calle árabe. Pues, bien, he aquí una pista para la CIA, el MI6 y cualquier otro que se interese por estas cosas. Vayan a Amsterdam. Vayan, en concreto, al Amsterdam Arena, el estadio en el que juega el Ajax, y allí encontrarán parte de la respuesta a sus preguntas. Allí aún juega Mido, un delantero centro que negocia desde la pasada semana su cesión al Celta hasta junio. El club vigués tienen una vacante libre por la larga lesión del argentino Sebastián Méndez y Horacio Gómez, el presidente celtiña, está seguro de cerrar la cesión del egipcio en cuestión de pocos días.
Se compró un Ferrari a los cinco minutos de firmar con el Ajax y su boda batió récords en la televisión de Egipto
Mido, un polémico e indisciplinado futbolista que aún no tiene 20 años, es el objeto de fascinación de los hombres y una buena cantidad de las mujeres del mundo árabe. Es para los árabes en general, y para los egipcios en particular, lo que Maradona era para los argentinos. O tal vez más. A sus pies están los sueños de un pueblo pisoteado cuya pasión por el deporte está a años luz de lo que han logrado sus jugadores a nivel internacional.
Ahmed Mido Hossam, cuyos goles dieron al Ajax el campeonato holandés la temporada pasada, puede cambiar todo eso. Calificado habitualmente en la prensa egipcia como el mejor jugador que ha vestido nunca los colores de una selección nacional árabe, Mido tiene la posibilidad de convertirse en una figura importante del fútbol europeo y, con ello, fomentar la autoestima de todo un pueblo. Conocido en Holanda como el rey de El Cairo, es consciente de su misión. Como él mismo la define: "Intento demostrar a la gente de Europa que Egipto no es un desierto".
En Egipto, y entre los millones de personas que ven la televisión egipcia fuera del país, todo el mundo conoce su rostro. Sus compatriotas siguieron con enorme curiosidad las informaciones sobre su relación con miss Bélgica 2000 y su boda con una joven egipcia, Yosra Wael, en junio batió todos los récords de espectadores de la televisión egipcia. ¿Cómo se ha integrado Yosra en Holanda? ¿Es feliz? "Por supuesto que es feliz", responde Mido, como si fuera la más estúpida de todas las preguntas que se le han hecho jamás. "Está conmigo. ¿Cómo no va a ser feliz?"Si hay algo claro en Mido es que no le falta seguridad en sí mismo. El hombre al que en su país llaman el joven faraón se cree su propia propaganda. Parece a gusto en el papel de héroe nacional. Y tiene la imagen adecuada. Con una cabeza más de estatura que la mayoría de sus compatriotas, 189 centímetros; delgado, pero fuerte, y con el cabello largo y lleno de mechas rubias, llamaría la atención en medio de la muchedumbre en El Cairo incluso aunque no fuera el egipcio más famoso desde Omar Sharif. A Mido no le interesa prácticamente nada en el mundo aparte del fútbol. Hasta la oración, confiesa, es sólo un medio de conseguir su objetivo fundamental. "Rezo cinco veces al día. Rezar le vuelve a uno más frío y seguro, sobre todo cuando juega al fútbol".
Es un gran admirador del Madrid, pero el equipo al que más le gusta ver jugar es el Arsenal, y su jugador preferido, Thierry Henry. "Tendría que haber sido nombrado mejor jugador del año. Ronaldo es bueno, pero ahora no es tan bueno como Henry. Henry es el mejor. No hace falta pensárselo. No tengo ninguna duda de que no ha habido nunca un jugador como él".
Mido, enfrentado a Ronald Koeman, su técnico del Ajax, tiene un pie en Vigo, pero su sueño sería jugar en Italia y emular a Batistuta: "La Liga española es estupenda. Tiene un fútbol abierto, siempre al ataque. Pero me gusta el fútbol italiano porque allí, cuando uno está en un equipo de los grandes, tiene la sensación de que ése es el fútbol de verdad. Muchos jugadores han triunfado en Inglaterra y España, pero no en Italia. Si marcas muchos goles allí, es fantástico porque los marcas ante los mejores defensas".
Se conoce a sí mismo lo bastante bien para saber que no es tan completo como Henry. Por eso dice que le gustaría ser como Batistuta, que triunfó en la Liga más difícil del mundo para los delanteros a pesar de no estar dotado de todo el talento natural del mundo. "Soy como los delanteros italianos: sólo me interesa marcar goles. Mi punto fuerte es el área. No importa cómo juegue mientras marque goles", dice.
Koeman no está de acuerdo. "Mido es una gran figura nacional en su país y eso le pone las cosas difíciles", comentó el entrenador holandés en una conversación en Amsterdam previa a su enfrentamiento culminante con el egipcio. Koeman le bajó al segundo equipo y la pasada semana dio el visto bueno a su marcha al Celta. "Cree que marcar goles es suficiente para ser futbolista y yo me peleo con él porque creo que en el fútbol uno tiene que ser algo más, tiene que trabajar para el equipo, ser miembro del equipo. Tiene que aprender", sostiene el ex jugador azulgrana.
Un miembro del equipo técnico del Ajax advierte de que Mido a veces se comporta como alguien "todavía más juvenil de lo que se supone a los 19 años". Esa inmadurez queda patente cuando se le dice que quizás le resulte insoportable la presión de encarnar un símbolo para todo un pueblo; que, si no tiene cuidado, podría sucumbir a los peligros de tener demasiadas cosas a una edad demasiado temprana. Su respuesta es frívola y despreocupada. "¿Presiones porque llevo la bandera de Egipto? Estoy acostumbrado. ¿Peligros? Todo el mundo se enfrenta a peligros".
Claro que es posible que, cuando uno se enfrenta a los peligros del éxito y la riqueza instantáneos -se compró un Ferrari a los cinco minutos de fichar por el Ajax la temporada pasada-, lo más prudente sea fingir que no existen. Tal vez para el faraón del fútbol la ignorancia sea una bendición. La cuestión será saber si el carácter casi divino que le ha dado la calle árabe desde tan joven minará su fuerza de voluntad; si la fama, en fin, le acabará devorando.
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