Desconfianza

Ahora resulta que los que votamos en su día al Partido Popular con tanta veneración, pues ha resultado ser fingida; es más, era en sí mismo una falsedad. ¡Afuera, pues, con él! Ya hemos tenido bastantes falsificadores. Ahora ya no queremos fiarnos de nada.

Oír hablar de culto a los héroes del Partido Popular es harto singular ante los del PSOE. Aunque éstos no trabajan la oposición como IU, y no el comunismo que pregona nuestro primer ministro. La sentencia a muerte declarada en el Congreso por parte del grupo de Aznar no está escrita en el cielo, es una verdad revestida con el fuego del infierno. Teoría corriente entre grupos de considerables hombres con intereses muy personales. Aznar emula al conde duque de Olivares. Todo el dinero que sacaba a la Corona de Felipe IV lo invertía en amistad entre los suyos, amigos y amiguetes. Creo que ahora se propone muy escrupulosamente su aproximación con el futuro monopolizador del petróleo, y, aunque sea con escaso resultado de la realidad, el que domine el petróleo dominará el mundo, cuando menos el resto del siglo XXI. En realidad, en este miserable mundo nuestro sólo consideramos el dinero. A juicio mío, pienso que después de oír lo bondadoso que iba a ser Bush (hermano) con la "república española", para qué meterse en profundas discusiones.

También la excepción hecha por el señor Ruiz-Gallardón ha sido una desgracia para la derecha española. Dice para ganarse el respeto del franquismo: "La gente de bien lleva en el interior la voluntad de paz".

Desde su púlpito, bien puede decirlo. Pero los españoles de a pie sólo pueden ser oídos en las calles; es una pena que se pase de lo verdadero a lo falso, él que siempre comparó la verdad con lo cabal.