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Columna
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Futuro

Hay concejales del PP de Andalucía que se ganarán la gloria. No quieren la guerra. Pero serán condenados al averno por los ortodoxos de Aznar y de Teófila Martínez, capaz de mimetizarse en el cuerpo y espíritu del todopoderoso rey de la guerra. Habrá un goteo lento. No quieren ser cómplices de la masacre de todo un pueblo. Pocas veces hemos asistido a un prieta las filas con tanto ardor guerrero. Y hay una imagen que se clava a menudo en las pantallas de la televisión, la "primera", claro, donde un diputado sevillano por el PP., Juan Manuel Albendea salta, se regocija, reclama, levanta los brazos, anatemiza, según le vaya la corriente. Albendea es ejemplo manifiesto de político sensato, responsable y con rotunda visión de futuro. Si Aznar está en la tribuna, la sonrisa le va de oreja a oreja; si quien está es Zapatero o Caldera (y no digamos Llamazares) Albendea cambia de cara, de signo, aprieta las mandíbulas y se crispa. Lógico.

Futuro es futuro. Que es el que quiere negar el PP de Andalucía a la consejera de Economía y Hacienda, Magdalena Álvarez, a la que ya han reprobado por tres veces desde las martirizadas filas populares y populistas. La quieren, una vez más, reprobar y mandarla al infierno, por mala, por ser un incordio, por decir las cosas claras y ser quien más que nadie, posiblemente con Gaspar Zarrías, les saque de sus casillas. Van dados con Magdalena Álvarez. Le va la marcha. Sobre todo cuando se mueve en el terreno que le gusta: bajo presión, cerca del área y manejando las cuentas con la claridad de que hace gala. Y si el PP andaluz anda buscándole las cosquillas a la Consejera, en el Gobierno central la tienen, la han tenido desde siempre, entre ceja y ceja. Y si encima le dan los tribunales la razón, a ver quien le echa un galgo.

Y futuro es que la sanidad andaluza, en contra de corrientes mojigatas, le diera al científico Bernat Soria la posibilidad de experimentar, con el apoyo de la Junta de Andalucía, con células madre. Y que haya sido en el Hospital Carlos Haya de Málaga donde se ha efectuado el primer trasplante de islotes pancreáticos abre la esperanza para miles de diabéticos.

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